Hace poco tiempo que nos habríamos reído de la idea de llevar una pequeña computadora a todos lados. Ese era un mundo de ciencia ficción, como el de Viaje a las estrellas. Sin embargo, aquí estamos, con teléfonos móviles inteligentes que parecen capaces de hacer cualquier cosa.
¿Pero realmente pueden hacer cualquier cosa? ¿Sirve una aplicación de traducciones en un teléfono para romper las barreras culturales entre naciones? ¿Acaso llevamos todos un traductor universal en el bolsillo?
Como seguramente habrás adivinado, no lo hacemos. La tecnología es genial y definitivamente divertida, pero tiene sus límites, y la comunicación es uno de ellos. La comunicación productiva en general depende de matices y del conocimiento de la cultura subyacente de una lengua.
Los traductores e intérpretes buenos entienden esto y ayudan a evitar las trampas de las traducciones literales. Puedes ver esto en acción en lugares como en las Naciones Unidas, dónde hábiles intérpretes allanan el camino para las discusiones eficaces entre los líderes del mundo.
La mayoría de nosotros no somos miembros de la ONU. ¡Pero no desesperes! Hay otras maneras de romper esas dichosas barreras.
Una forma de fomentar la comunicación entre personas que hablan distintas lenguas maternas es usar una segunda lengua común. La segunda lengua debe ser libre de malentendidos culturales inherentes a ella y fácil de aprender. Eso, amigos míos, es el terreno de las lenguas auxiliares.
¿Qué son las lenguas auxiliares?
Una lengua auxiliar internacional (IAL, por su sigla en inglés) es una segunda lengua construida que las personas aprenden específicamente para comunicarse con otros que no hablan la misma lengua materna que ellos.
¿Has oído hablar del esperanto? Es probablemente la más conocida de las tres principales IAL y ha sido objeto de burlas a través de los años. En la década de los setenta se representaba en Estados Unidos como un sueño dorado de los hippies en el que el mundo entero hablaría la misma lengua, probablemente mientras compartía una Coca Cola.
Historia de las IAL
A pesar de lo que pensaba la gente en la época de la música disco, los IAL habían existido durante varios siglos.
El latín, el griego y el sánscrito se extendieron lo suficiente como para ser considerados lenguas francas o lenguas comunes dominantes. En el mundo de hoy, grandes grupos de personas hablan inglés, chino o español como segundas lenguas.
Los IAL verdaderos no dependen de una cultura singular o del dominio económico o político. Están diseñadas y construidas específicamente para ser aprendidas y habladas como algo adicional a las lenguas maternas. La intención no es reemplazar, sino complementar.
Las primeras lenguas construidas aparecieron durante el siglo XIX. Había más de 30 IAL (también llamadas auxlangs, por si necesitabas un tercer nombre para ellas) rondando por ahí en aquellos tiempos.
Solresol, ampliamente aceptada como la primera IAL con un desarrollo completo, fue ideada por François Sudre. La lengua del músico francés disfrutó de un momento de popularidad, pero esto no condujo a que hubiera hablantes competentes. Sin embargo, todavía hay algunos devotos del solresol distribuidos por el mundo.
La primera IAL que tuvo hablantes competentes fue el volapük, creado por Johann Martin Schleyer. Schleyer era un cura católico alemán cuya lengua construida condujo a tres convenciones a fines del siglo XIX. En la tercera, los que asistieron solo hablaron en volapük.
Fue un buen intento, pero, como suele pasar en este mundo, el primer intento rara vez es el último. Disputas internas en la comunidad del volapük crearon controversias, y una nueva IAL, más atractiva y más fácil de aprender surgió para entrar en primer plano. Fue publicada en 1887 por el oftalmólogo polaco Ludwik Łazarz Zamenhof. Él soñaba con la paz mundial a través de una lengua en común. Bienvenido el esperanto.
¿Por qué se les dice lenguas auxiliares?
¿Por qué no simplemente declaramos una lengua existente como la lengua global común y nos sacamos el asunto de encima? Gran parte del mundo del comercio usa el inglés como su lengua común. ¿No debería ser el inglés?
Aquí es donde conversaremos acerca de la naturaleza humana. Como ha sido demostrado una y otra vez, hacer que el mundo entero se ponga de acuerdo en algo es como sacarle una muela a un jabalí enfadado.
Las lenguas maternas también tienen bases culturales. Las lenguas francas siempre han sido dictadas por el poder. A las personas les irrita que les digan qué hacer, sin hablar de aprender una lengua y una cultura que no quieren compartir.
Las lenguas auxiliares buscan evitar estas trampas. Están diseñadas específicamente sin una preferencia cultural, utilizan un vocabulario sencillo y práctico y no tienen gramáticas o pronunciaciones irregulares.
Estas lenguas son mucho más fáciles de aprender que otras lenguas del mundo y tienen seguidores en todo el globo. La llegada de internet unió a estas comunidades, y el movimiento que empuja la adopción de las IAL ha vuelto a florecer.
Conforme ganan terreno las IAL, es cada vez más probable que te encuentres cara a cara con una de ellas. Y, aunque sean fáciles de aprender, no son magia. Necesitarás un traductor. Asegúrate de encontrar uno como Trusted Translations, que cuenta con profesionales con experiencia en varias lenguas.
En nuestra próxima serie de artículos, examinaremos las tres más importantes lenguas auxiliares: esperanto, interlingua e ido. ¿Podría ser que nuestro traductor universal ya existe?