En el mundo de las traducciones los textos legales son ciertamente un capítulo especial no solo por la complejidad del vocabulario y la sensibilidad e impacto de su contenido, sino también porque suelen requerir de mucha preparación antes de poder empezar la traducción en sí. Es por esto que se requieren traductores públicos que garanticen una traducción precisa y fiel al original.
En un típico proyecto que involucra textos legales, ya sean certificados (de nacimiento, matrimonio, defunción, etc.), contratos comerciales, laborales y demás, se recibe primero el texto original, que en la mayoría de los casos son papeles en mal estado, ya sea porque son viejos, están arrugados, llenos de firmas y sellos sobre el texto, con partes tachadas, o simplemente son fotocopias de mala calidad.
Para un resultado óptimo, lo mejor es seguir estos pasos:
1) Preparación del archivo: El equipo de diseño se encarga de digitalizar el documento original por medio de distintos programas de reconocimiento de texto y recreando cualquier tipo de estructura como tablas, formularios, etc. Pero como dijimos estos textos suelen estar muy “contaminados” con firmas, sellos y textos manuscritos, por lo cual necesitamos de un paso extra para “arreglar” lo que el software de reconocimiento de texto no pudo captar bien.
2) Pre-editing: En este paso el traductor debe comparar los textos originales con los textos digitales convertidos y corregir todas las palabras que no fueron bien reconocidas. Por ejemplo, en el original dice “contrato de alquiler” y en el archivo convertido dice “conlrato de a1qui1er”. Además de corregir este tipo de errores, el que hace el pre-editing también debe reemplazar las imágenes de las firmas, sellos, logos, etc. por su descripción entre corchetes, por ejemplo [Firma], [Sello del registro civil de la ciudad de XXX] o [Logo de XXX]. De la misma forma se marcan como [ilegible] los textos que no se pueden leer, ya sean textos escritos a mano, sellos muy borrosos, y cosas de ese estilo.
3) Traducción: Ahora sí, con el texto correctamente preparado se puede trabajar con una CAT-tool (herramienta de traducción asistida) la cual facilita el proceso guardando lo traducido en la memoria de traducción o TM (por sus siglas en inglés) además de brindar acceso a glosarios y bases terminológicas.
4) Edición: Es fundamental que un segundo lingüista revise la traducción inicial y corrija cualquier error ya sea de significado (los textos legales están llenos de “falsos amigos”) como también de gramática u ortografía.
5) Revisión final (o proofreading): En este paso un tercer lingüista lee el texto traducido, ya sin compararlo con el original, para hacer los ajustes finales y asegurarse que el texto esté impecable.
6) DTP (o desktop publishing): El texto terminado es enviado de vuelta al departamento de diseño donde se arregla cualquier problema de formato y se prepara para entregar al cliente.
7) Certificación: Se trata de un documento legal firmado por un escribano en el cual se garantiza que el texto entregado es una fiel traducción de tal idioma a tal otro idioma y que fue realizado por un equipo de traductores preparados y experimentados en la materia.
En Trusted Translations trabajamos duro para que cada proyecto de traducción cuente con cada paso que asegure un resultado profesional, preciso y rápido. ¡Estamos a su disposición para cualquier consulta o pedido de cotización!