Traducción, edición y correción

Entiendo que cuando un cliente llama por primera vez a una empresa de traducción para poder cubrir una necesidad que le surja en este sentido, no espera que se le ofrezcan distintos pasos o etapas para el servicio que requiere,  él tiene un texto y quiere su traducción; de ahí que creo que puede resultar de interés explicar brevemente y de un modo sencillo en qué consisten estas tres etapas del proceso de traducción y por qué son importantes.

Primer paso:

Traducción: consiste en traducir propiamente un texto que está en un idioma determinado a otro, trasladando de manera fiel la información del documento original al documento meta.

Lo habitual para este paso es trabajar con alguna CAT, o herramienta de traducción asistida (como Trados o Wordfast), que dividen el texto original en segmentos que suelen coincidir con frases completas, para que el traductor puede traducir frase por frase.

El uso de herramientas de traducción no sólo es muy habitual en el sector sino que realmente se hace imprescindible para trabajar de manera eficaz en este campo. El pequeño inconveniente que tiene es que el traductor no tiene una visión global  del texto en cuestión.

Segundo paso:

Revisión: consiste en revisar lo hecho en el paso anterior, es decir, revisar la traducción realizada del texto original. En esta etapa, el revisor trabaja igualmente con una herramienta de traducción, pero su cometido no es tanto traducir si no comprobar, segmento por segmento, que realmente se ha realizado una traducción fiel y precisa del original y que se ha entendido por completo el texto y no se ha pasado por alto algún dato, se ha hecho alguna omisión o no se han seguido las directrices que haya podido dar el cliente.

En esta etapa, aunque en sus primeros pasos trabaja con una CAT y no puede ver el texto en su conjunto, lo hará en pasos posteriores para asegurarse de que las frases tienen sentido globalmente.

Tercer paso:

Corrección (Proofing): en esta etapa, la traducción y revisión del texto se han realizado previamente, y no es necesario, en principio, consultar el texto original. Es una última revisión que se centra principalmente en que el texto traducido se lea con fluidez y suene natural en la lengua de llegada, además de detectar posibles incosistencias en cuanto a mayúsculas y minúsculas, o la puntuación utilizada en las cifras. Igualmente, cuando son documentos que  tiene un formato especial, se suelen detectar posibles errores ortotipográficos, de fuente, cuestiones relacionadas con imágenes y fuentes de letras, etc…

 

Por lo tanto, mi opinión como profesional del sector, es que estos tres pasos son fundamentales para obtener un producto final de la máxima calidad. Todos y cada uno de ellos son imprescindibles por diferentes motivos y el vendedor de servicios de traducción debe explicarle esto con claridad al cliente para que éste tome conciencia de su importancia.