Traducir entre dos lenguas implica reconstruir oraciones con cuidado, para transmitir el mensaje original de la mejor manera posible. No se trata de traducir una palabra a la vez. Se permite cierto grado de flexibilidad, ya que lo más importante son los matices del texto integral y no tanto el significado de las partes individuales.
La traducción automática se ha mejorado de a poco en los últimos años para llevar a cabo este proceso. En una demostración de la capacidad de la inteligencia artificial para procesar lenguas naturales, unos investigadores han entrenado recientemente a un sistema creado para llevar a cabo traducciones aproximadas de tablillas acadias de más de 5000 años de antigüedad.
El desafío de las lenguas muertas
Esto es particularmente impresionante, porque los desafíos asociados con la traducción solo se expanden cuando la lengua fuente es una que ha estado extinta desde hace miles de años. Es el caso de la lengua de los acadios, una lengua semita sin descendientes. Vale la pena estudiar estas lenguas, aunque tan solo sea para entender algo más sobre las vidas, la política y las creencias de las sociedades antiguas. Un emprendimiento que ilumina nuestro propio lugar histórico en el mundo.
Según unas estimaciones conservadoras, cientos de textos descubiertos por arqueólogos podrían estar escritos en acadio. Muchos han sido digitalizados. Sin embargo, solo un puñado de intelectuales pueden descifrar algo de estos textos. Y lo que pueden discernir son solo fragmentos. Mucho del contexto se ha perdido por la erosión del tiempo, a pesar de que son tablillas de arcilla, un material que se conserva mejor que otros, como el papiro, a través de los siglos.
Es su naturaleza fragmentaria lo que se suma a la complejidad de la traducción, agravada por la falta general de expertos en estas lenguas. Desafortunadamente, tanto el tiempo como la mano de obra requerida retrasan el esfuerzo para traducir estos documentos.
Traductores con inteligencia artificial
Para ayudar a aliviar esa carga, un equipo de arqueólogos e informáticos desarrolló una inteligencia artificial para traducir el acadio. Funciona instantáneamente de acuerdo con un modelo de traducción automática neuronal (NMT) diseñado para manejar esta lengua específicamente.
El acadio es lo que se conoce como una lengua polivalente, es decir, el significado de sus símbolos varía según su función sintáctica. Por eso, los traductores deben adoptar un proceso de dos pasos. Primero, toman el texto fuente y lo reescriben en el sistema fonético de la lengua meta. Está proceso es conocido como transliteración. Es decir, reconstruyen las palabras usando las letras del alfabeto latino que más se aproximan a los fonemas de la lengua fuente. Un ejemplo común de este proceso es la palabra árabe الله, que se escribe en letras latinas como «Alá». Una vez hecho esto, traducen el nuevo texto a la legua meta.
Con esto en mente, la NMT ha sido entrenada para manejar tanto la escritura cuneiforme como su transliteración. Utilizando un algoritmo diseñado para evaluar textos traducidos automáticamente, conocido como Bilingual Evaluation Understudy 4 (BLEU4), el modelo obtuvo una calificación de 37.47 y 36.52, respectivamente. Cada uno de ellos está dentro de las tolerancias aceptables para una traducción de buena calidad.
La NMT se queda corta en algunas funciones. No puede procesar bien oraciones largas y se pierde fácilmente cuando tiene que procesar géneros literarios en lugar de textos con formulismos, como decretos y registros. Sin embargo, es muy acertada a la hora de reconocer géneros específicos, lo que significa un ahorro de tiempo.
En algunos casos, el modelo ha inventado resultados que claramente no tenían nada que ver con el texto fuente. Los investigadores denominan este fenómeno como las alucinaciones de la inteligencia artificial.
Un esfuerzo colaborativo
¿Qué hay de los traductores después de todo esto? En su mayoría, las tecnologías sirven como una ayuda que apunta hacia una traducción rápida y precisa. Pero la mayor parte del trabajo sigue siendo responsabilidad de los traductores humanos: la traducción, incluso si pasa el umbral de lo aceptable, debe ser revisada, editada y, a veces, rehecha. Estos trabajos, por ahora, los hace mejor un humano.
En la actualidad, el modelo NMT es accesible a través de Internet y el código fuente está disponible en GitHub, bajo el nombre de proyecto Akkademia. Esta tecnología está al alcance de todos. Trabajando de esta manera, con investigadores que utilizan estos modelos NMT, se hace más fácil y más accesible traducir el mundo antiguo.
Sin embargo, si hablamos de lenguas modernas con amplia difusión, los servicios de Trusted Translations, que emplea traductores profesionales y lingüistas de todo el mundo, servirá para satisfacer tus necesidades de traducción y sobrepasar tus expectativas.
Foto de Bilge Şeyma Kütükoğlu en pexels.com