Si algún lenguófilo no conoce la hipótesis de Spair-Whorf, ésta plantea que el idioma que una persona habla influye sus patrones de pensamiento respecto de la percepción del mundo. Esta cuestión siempre me pareció fascinante por diferentes motivos, pero en particular al considerar aspectos como el orden de las palabras en la construcción de un pensamiento y de qué manera ello afecta la importancia relativa de las palabras dentro de una oración.
El motivo por el cual lo traigo a colación hoy es que estaba conversando con un amigo acerca del rol de los organismos que elaboran las reglas normativas de un idioma en todo el mundo y el hecho de que el inglés no cuenta con uno (nota al margen: yo no sabía, pero según la lista de organismos normativos de idiomas en Wikipedia, el inglés es el único idioma del mundo que no cuenta con un organismo oficial que determine los usos correctos e incorrectos, las palabras aceptadas y las no aceptadas, etc.).
Entonces, mi mente se dirigió hacia la hipótesis de Sapir-Whorf y de qué manera el inglés es más fluido y adaptable dada la falta de un verdadero organismo normativo, en comparación con CUALQUIER OTRO IDIOMA DEL MUNDO, nuevamente según lo determina la lista previamente mencionada.
¿De qué manera se difundirá eso entre sus hablantes? ¿Eso significa que los pensamientos de los angloparlantes son más maleables? ¿Significa que oponen más resistencia a una autoridad central? No me animo a meterme con el trabajo de los ilustres lingüistas y sociólogos que me preceden, pero la perspectiva de tener verdadera libertad de expresión, en contraposición a la típica frase “esta palabra todavía no está en el diccionario, de modo que no puedo usarla” es inconcebible.
Me parece que da como resultado lo que considero que un idioma debe ser: fluido, en evolución y la principal canalización para la expresión propia. Pero tal vez esto pase por que soy angloparlante. Es posible que si me hubiera criado en España, diría que lograr la verdadera expresión propia a través de las restricciones que impone la RAE es un desafío y la recompensa será la optimización de la capacidad de expresión que surge sólo de la existencia de esos obstáculos. Aunque calculo que diría eso en español.
Y ustedes, ¿qué opinan?