Con mucha frecuencia pensamos que la terminología médica es muy compleja y que existen miles de palabras, cuando en realidad son una síntesis de formas griegas y latinas combinadas de forma agraciada.
Todo ramo del conocimiento humano o ciencia necesita crear su propia terminología adecuada a sus necesidades de comunicación y expresión. La terminología médica describe con precisión el cuerpo humano y los componentes asociados, las condiciones, los procesos y el proceso de una manera basada en la ciencia. Con más de 100.000 vocablos, es uno de los lenguajes especializados más importantes en todos los idiomas.
Las raíces del lenguaje médico se hallan en la Grecia clásica, en el Corpus Hippocraticum, que compiló los conocimientos de los médicos griegos de los siglos IV y V A.C. El 66 % de los términos médicos son de origen griego. Los griegos fueron los fundadores de la Medicina Racional en la Edad Dorada de su civilización (500 años A.C.). Las escuelas de Hipócrates y de Galeno formularon teorías que dominaron la práctica de la medicina hasta el siglo XVIII. Además, el griego es un idioma que facilita la creación de nuevos términos. Hipócrates en sus escritos mencionó numerosas alteraciones y tratamientos de enfermedades, ya hace 25 siglos existían palabras como adinamia, amaurosis, anatomía, ántrax, apoplejía, aracnoides, ataxia, diagnóstico, discrasia, disuria, empiema, epidemia, epiplón, erisipela, espasmo, fármaco, fisiología, flema, hemorroide, hidropesía, higiene, himen, histeria, idiocia, metástasis, nefritis, pleuritis, reuma, sepsis, trombo, entre otras.
Por su origen románico, la mayoría de las palabras del léxico general castellano, y gran parte del vocabulario médico, son de procedencia latina. Con la expansión del latín en el mundo, muchos términos y expresiones enriquecieron el idioma de las ciencias de la salud como por ejemplo: in situ, in vitro, campus, corpus, delirium tremens, ego, per se, post morten, sui generis, etc. Los árabes, con sus ocho siglos de permanencia, aportaron al español unas 4.000 palabras; entre ellas predominan las agrícolas, por ejemplo, alberca y aljibe, o las militares, como alcázar o alférez.
El enfoque sistemático para la construcción de palabras y comprensión se basa en el concepto de raíces de palabras, prefijos y sufijos. La «palabra» es un término derivado de una lengua de partida como el griego o el latín y por lo general describe una parte del cuerpo. El prefijo puede ser añadido en frente del término de modificar la palabra de raíz por dar información adicional acerca de la ubicación de un órgano, el número de piezas, o el tiempo necesarios. Los sufijos se adjuntan al final de una palabra de raíz para añadir significado tal como condición, proceso de la enfermedad o procedimiento.
Las publicaciones médicas, como cualquier lenguaje científico, deben caracterizarse por la precisión, huyendo de las frases largas, de la abundancia de adjetivos y de cualquier pomposidad. La claridad de la información que se desea transmitir debe ser la condicionante esencial de cualquier artículo científico.
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