Se trata de una palabra que se toma de una lengua sin traducirla y da fe de un vacío léxico en la lengua de llegada.
¿Cuál sería la distinción entre «extranjerismo» y «extranjerismo naturalizado» (préstamo)? La palabra extranjera tiende, en un primer momento, a permanecer inalterada y puede sufrir luego una adaptación fonética y morfológica. Con respecto al préstamo naturalizado, cuando dicha naturalización se produce ante una laguna lingüística en la lengua receptora, constituye una forma de enriquecimiento del idioma. Los anglicismos, por ejemplo, se toleran mejor en un texto que se lee como si no fuera una traducción.
El extranjerismo debe manejarse con precaución, ya que resulta muy fácil que sea percibido como superfluo por el lector. Tratemos de evitarlo, siempre que sea posible.
Los traductores utilizamos extranjerismos y préstamos para dar al texto una nota de color local. Con moderación, lo aplicamos a medidas, tratamientos, monedas y demás elementos de marcado contenido cultural.
Si se decide utilizar el extranjerismo, hay que comprobar que su grafía sea la correcta. Podría suceder que en el proceso de importación se hubieran introducido significados nuevos.
Referencia: Manual de Traducción Inglés – Castellano. Gabriel López Guix, Jacqueline Minett Wilkinson. Ed. Gedisa.