Como en todo proyecto, son muchos los factores que intervienen durante todo su desarrollo, sean humanos o técnicos, y son los que pueden inclinar la balanza hacia la satisfacción o la frustración.
Y el mundo de la traducción tampoco es ajeno a estos elementos que desempeñan un rol importante en esta entreverada red que conforma un proyecto de traducción.
- Desde el punto de vista de un administrador de proyectos, un buen proyecto de traducción es aquel que se entrega en tiempo y forma, es decir, cuando se cumplen los plazos acordados con el cliente y se entrega un buen contenido en el formato también pactado con el cliente antes de confirmar el trabajo.
Un buen proyecto puede ser aquel que no presenta ninguna dificultad, que una vez entregado no despierta comentarios negativos por parte del cliente, no hay nada que corregir después. Todo se hace fluidamente. Pero también un proyecto con desafíos y hasta con dificultades puede resultar en un buen proyecto cuando se saben sortear todos los inconvenientes. Para ellos también hay que anticiparse a los hechos, hay que contemplar posibles imprevistos y saber cómo enfrentarlos en caso surjan y salir ilesos sin que nada de esto afecte en la calidad o en los tiempos de entrega.
- Según la mirada de un ejecutivo de cuentas, una etapa muy importante es la etapa de cotización del posible trabajo, ese momento es clave para entender qué es lo que el cliente necesita y así saber responder a esas expectativas una vez iniciado el proyecto. También un valor agregado es cuando el administrador de proyectos puede incluso detectar algo que ni siquiera el mismo cliente notó, podría ser un error en el material fuente, una buena observación acerca de cómo abaratar costos o acelerar los tiempos de entrega.
También, un proyecto exitoso es aquel que se desenvuelve sin pérdidas de ningún tipo y a tiempo. No es sólo aquel que cumple con las expectativas del cliente sino aquel que va más allá y las supera.
Es cuando uno, como empresa de servicios, puede ganarse la confianza del cliente.
- Para un cliente, se puede decir que un proyecto de traducción fue excelente cuando verdaderamente cumple con sus expectativas, en términos de calidad y tiempos.
Cuando no hubo ninguna dificultad y todo se desarrolló sin inconvenientes, desde el comienzo hasta el fin. Y, si hubo algún inconveniente, porque principalmente se realiza con recursos humanos, sigue siendo un buen proyecto cuando todos los involucrados demuestran actitudes positivas y capacidades para resolver cualquier situación.
Si bien son miradas distintas, todas tienen mucho en común y podríamos decir que uno de los elementos más determinantes a la hora de alcanzar la máxima satisfacción de un cliente es tratar siempre de mantener una buena comunicación en todas las direcciones, en primer lugar, con el cliente mismo, para saber interpretar qué es lo que está buscando; y a partir de allí, transmitir esa comunicación fluida con todos los integrantes del equipo, en todas las direcciones posibles.
Para mayor información, puede consultar nuestra página Servicios de Traducción.