Muchas veces se nos presentan desafíos en el momento de utilizar un producto, una máquina o una interface derivada de su diseño. Esto es lo que se denomina la usabilidad, fundamental para la siempre dificultosa tarea de comunicarse con un dispositivo o una computadora.
Esta palabra deriva del inglés usability, es decir, facilidad de uso. Si bien el término usabilidad no se encuentra en la RAE, es una palabra muy aceptada en el ámbito de la tecnología de la información. Implica la complejidad o la facilidad de utilización con la que un tipo de producto (desde un celular inalámbrico hasta una netbook) se diseña. Según la Organización Internacional de Normalización, se trata de la medida en la cual un producto puede ser usado por determinados usuarios para conseguir objetivos específicos con efectividad, eficiencia y satisfacción en un contexto de uso determinado.
Siguiendo esta conclusión, podemos concluir que la usabilidad se definirse sobre la base de algunos aspectos clave:
1 ) Hasta que punto resulta fácil el uso de un producto cuando lo tocamos por primera vez. Esto hace referencia a la facilidad del aprendizaje.
2) Qué tan rápido se realizan las tareas una vez aprendido el diseño. Esto hace referencia a la eficacia.
3) Cuánto nos acordamos de cómo se usa el objeto después de estar un largo tiempo sin utilizarlo. Este aspecto es el de la facilidad de recuerdo del producto.
4) Cuánta satisfacción nos produce utilizar el objecto. Si ayuda o dificulta las tareas, si se volverían a usar.
Usabilidad en el lenguaje
La usabilidad no solo hace referencia al caso recién mencionado, es decir el del uso de un determinado producto, sino que también puede aplicarse a otros aspectos. Por ejemplo, la usabilidad en el lenguaje, y su aplicación.
Un claro ejemplo es el uso del lenguaje en el mundo web, es decir, escribir en la web. Escribir en la web no solo se refiere a escribir correctamente, sino que también hace referencia a escribir con un contenido, un lenguaje o un tono que sean acordes al destinatario de ese texto: consumidores del mundo web. Normalmente, se dispone de muy poco tiempo y espacio para escribir en la web. Tiempo porque el usuario no dedica demasiadas horas para leer en la web, y espacio porque el espacio de la pantalla no es demasiado grande.
¿Cómo escribir para la web? La lista de indicaciones es muy larga, quizá sea necesario otro post para que te podamos enseñar a escribir en la web. Solo para darte algunos datos, concéntrate en el contenido del texto, en los párrafos, en las listas, en el uso de palabras en negrita, en los encabezados. Piensa qué puedes hacer para mejorar el texto con estos elementos, y quizá en nuestro próximo post te despejemos las dudas.