El léxico actual de la lengua inglesa está salpicado aquí y allá por palabras de origen difuso que pertenecen al grupo léxico conocido como polari. Se trata de un argot, ya casi extinto, que se desarrolló probablemente en los ámbitos circenses del siglo XIX londinense y fue adoptado posteriormente por la comunidad homosexual de la capital inglesa. El polari (también conocido como parlare, parlary o demás alternativas de fonética similar) disfrutó en las últimas dos décadas de una cierta consideración académica, tras haber pasado la mayor parte de su historia a la sombra de los estudios lingüísticos formales. En la actualidad, su uso se ve limitado a unas pocas palabras sueltas (algunas de ellas, como zhoosh, recogidas en el Oxford English Dictionary); hace no mucho tiempo, sin embargo, el polari alcanzó una visibilidad mucho mayor, en parte gracias a su uso en el programa cómico de la BBC Round The Horne. En él, dos personajes de exagerada afectación, Julian y Sandy, mantenían conversaciones que, para el no iniciado, resultaban practicamente incomprensibles (lo cual no les impidió volverse muy populares).
Los orígenes del polari no resultan del todo claros. Se sabe que buena parte de este léxico proviene del italiano, pero no se ha definido con certeza si su ingreso en la lengua inglesa tuvo lugar a través de los puertos (con términos italianos y occitanos utilizados normalmente en las embarcaciones como lingua franca del Mediterráneo), o si está relacionado con la actividad de las gentes del mundo del espectáculo que provenían de Italia y se instalaron en Londres mediado el siglo XIX. Es probable que estos dos fenómenos confluyeran, y se les sumara además la influencia del idish y la del romaní, dos lenguas trashumantes cuyo impacto en los idiomas mayoritarios merece especial atención. En todo caso, su uso fue adoptado por la comunidad homosexual londinense que, en su condición de minoría, utilizó el polari a modo de código interno. La tardía pero cada vez mayor inclusión de los grupos minoritarios o marginales acabó con la necesidad de codificar el habla de sus miembros, y así fue que el polari pasó a un uso casi exclusivamente nostálgico.
En la red se pueden encontrar listadas muchas de las palabras más comunes de este argot casi olvidado. Entre ellas cabe mencionar las siguientes:
bona: bueno
camp: afeminado
capello: sombrero
cottage: baño público
dolly: bello, agradable
ecaf: cara
drag: ropa, especialmente de mujer
gelt: dinero
jarry: comida
omi: hombre
En esta breve lista se pueden ver muchas de las corrientes que dieron lugar a la formación del polari: la influencia italiana (jarry, comida, viene del verbo italiano mangiare, comer), el uso de la inversión silábica (como en ecaf, versión invertida de face, cara en inglés; ecaf, además, da lugar a la forma abreviada eek), la preocupación con la legislación relativa a la homosexualidad (camp provendría de la sigla KAMP: known as male prostitute) o la presencia del idish (gelt). La caída en desuso del polari es una pena desde el punto de vista de la diversidad lingüística, pero el hecho de que una comunidad ya no necesite utilizar un código cerrado en su comunicación para evitar perjuicios diversos merece, sin dudas, ser celebrado.