Hoy en día son alrededor de ocho millones de personas que hablan esta lengua originaria de los pueblos indígenas guaraníes, distribuyéndose principalmente en Paraguay, donde casi toda la población lo habla, y luego en menor medida en Bolivia, Argentina y Brasil. Tanto en Paraguay como en Bolivia es lengua oficial, siendo el guaraní la primera lengua indígena americana en alcanzar este status. De todas formas, hay muchos otros idiomas aborígenes latinoamericanos que a pesar de no ser lenguas oficiales son indiscutiblemente parte de la historia y cultura de nuestros pueblos.
Desde tiempos precolombinos hasta la actualidad, el guaraní ha atravesado distintas variantes e influencias, desde el guaraní misionero, contemporáneo de las misiones jesuíticas, hasta el guaraní paraguayo –también conocido como jopará (“mezclado”)- el cual se combina con el español, sobre todo coloquialmente.
La influencia de esta lengua va más allá de la gente que la habla. Podemos reconocer este idioma en nombres de animales, plantas y lugares –aprendiendo al menos algunas palabras en guaraní podemos de hecho empezar a descifrar muchos nombres que ya conocemos pero ignoramos su significado. Por ejemplo, “agua” se dice “y”. “Grande” se dice “guazú”. ¿Les suena “Y-guazú”? Los españoles las llamaron las Cataratas de Santa María, pero finalmente quedó su nombre original en guaraní, Iguazú –o “aguas grandes”. El perro es llamado “aguará”, así que ya saben que el tan característico cánido sudamericano de patas largas, el aguará-guazú, es un perro grande. Incluso los nombres de los países Paraguay y Uruguay tienen su raíz en esta lengua. “Paraguay” puede ser traducido como “Río de las coronas” (Paragua = corona de palma, Y = agua), y “Uruguay” se traduce como “Río de los pájaros” (Uru = pájaro, Gua = lugar de, Y = agua).
Afortunadamente, hoy en día contamos con traductores de lenguas indígenas quienes nos pueden ayudar con la interpretación de textos o grabaciones y lograr así un mayor acercamiento a los pueblos originarios y entender mejor los comienzos de nuestra cultura.