El campo de la traducción evoluciona rápidamente, gracias a avances en la inteligencia artificial y en el aprendizaje automático. Si bien una traducción de calidad requiere la mano de un traductor profesional, la traducción automática ha dado grandes pasos en los últimos años y tendrá un papel importante en el futuro.
Uno de los desafíos más grandes de la traducción tiene que ver con la cantidad de lenguas que se hablan en el mundo. Según Ethnologue, son más de 7000, y muchas de ellas están en peligro de extinción. La traducción automática puede ampliar el acceso a estas lenguas, preservarlas y promover su uso.
Evolución de las máquinas
El auge de la traducción automática se da gracias al desarrollo de los algoritmos de traducción automática por redes neuronales (NMT), que utilizan técnicas de aprendizaje automático para analizar y generar texto. La NMT mejora en gran medida la precisión de las traducciones y puede hacer que el texto meta se vea más natural que los textos que producen sistemas más antiguos.
Ventajas
Una ventaja innegable de la traducción automática es la rapidez. Las máquinas pueden traducir en un instante lo que a una persona, o bien a un traductor profesional, le llevaría varios días. La velocidad es útil cuando no hay tiempo para hacer una traducción de calidad óptima, como cuando salen al aire noticias urgentes o durante crisis diplomáticas y emergencias.
Otra ventaja es que la traducción automática es consistente. Las variaciones que pueden surgir de emplear varios traductores en un mismo documento se pueden eliminar mediante el uso de la traducción automática. Esto puede ser útil en documentos técnicos, en medicina y en ingeniería.
Límites
Sin embargo, la traducción automática sigue siendo limitada. Por ejemplo, uno de los mayores desafíos para la traducción automática es la falta de contexto. Los algoritmos de la traducción automática dependen de patrones estadísticos de la lengua para generar traducciones. Es posible que tengan problemas para traducir idiotismos, referencias culturales o jergas técnicas que no se usan comúnmente en el lenguaje cotidiano.
Otra limitación de la traducción automática es su falta de capacidad para reconocer los matices de las palabras. Si bien los sistemas de traducción automática reconocen y traducen idiotismos cada vez mejor, todavía les cuesta reconocer los matices sutiles de la lengua, como el humor, el sarcasmo y la ironía.
¿Es posible una combinación exitosa de humanos y máquinas?
El futuro de la traducción seguramente tendrá un componente humano y otro automático. Aunque la traducción automática puede producir traducciones precisas que parecen naturales, siempre se necesita la mano de un traductor profesional en contextos donde la precisión y los matices son importantes, como en los asuntos legales y en la traducción literaria.
De hecho, algunos expertos predicen que la traducción en el futuro será colaborativa, con humanos y máquinas que trabajarán juntos para producir las mejores traducciones posibles. Esto podría involucrar la corrección o posedición de traducciones automáticas por parte de traductores profesionales o un sistema automático que dé opciones y sugerencias a los traductores.
Finalmente, el futuro de la traducción probablemente será más personalizado. Los sistemas de traducción automática ya pueden aprender de las devoluciones de los usuarios y adaptarse a sus preferencias, pero, en un futuro, podrían generar traducciones que se adapten a las necesidades y preferencias de los usuarios.
Es difícil de predecir, pero…
El futuro de la traducción verá muchas automatizaciones, y es posible que los sistemas de traducción automática se utilicen cada vez más. Sin embargo, en contextos donde fuere importante una traducción precisa o donde el lenguaje fuere muy sutil, se necesitará de la mano de un traductor profesional. En estos casos, es probable que los traductores trabajen con sistemas de traducción automática para producir la mejor traducción posible. En una última instancia, la meta de la traducción automática es derribar las barreras lingüísticas para promover la comprensión y mejorar la comunicación entre culturas, una meta que es cada vez más alcanzable.
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