El hecho de contratar una traducción por primera vez puede llegar a ser muy engañoso si no se sabe nada sobre el tema, ya que existen una gran cantidad de factores a tener en cuenta antes de comenzar una traducción. Es por eso que el cliente debería definir previamente cuáles son sus prioridades o necesidades: calidad, tiempo o costo.
Voy a empezar afirmando que tres ojos ven más que uno. Habiendo dicho esto, es altamente recomendable contratar un servicio de TEP (que si bien en la mayoría de los casos suele ser más caro, lo vale) antes de contratar a un traductor solo. Muchas empresas incluyen dentro de los servicios que prestan la realización de estos tres pasos, o TEP: Traducción, Edición y Revisión o Proofreading.
Un buen consejo que puedo ofrecer a los clientes es que le asignen a la traducción un tiempo parecido al que le dedicaron a redactar el texto original, ya que lo que estamos haciendo nosotros traductores es la reescritura de ese documento.
¿Qué nivel de calidad necesita? A veces el texto enviado a traducir será destinado al público general mientras que otras veces es solo para uso interno de la empresa (y ni siquiera lo llegan a leer los mismos empleados). En este caso, el cliente aclara que la traducción es solamente para tener una idea sobre lo que trata el texto y le alcanza con un paso de traducción solamente.
A decir verdad, se ahorrará mucho tiempo de reuniones, llamadas e idas y vueltas al contratar una traducción de tres pasos, ya que la misma será revisada por tres personas diferentes que se asegurarán de que el texto esté traducido de la mejor manera. Según el presupuesto que tenga, una traducción muy mala le podrá costar caro.
Es importante recordar y tomar en cuenta las horas que su equipo ha destinado a la redacción del documento. El traductor también necesitará tiempo para investigar, leer y redactar el texto para ofrecerle el mejor servicio que esté a la altura de sus necesidades.
No es tan simple como parece. Los traductores involucrados en el proceso, deben realizar varias actividades, como leer el texto antes de comenzar para tener una idea del tema y del estilo utilizado, consultar e investigar sobre el tema, muchas veces deben elaborar un borrador, revisar, editar e incorporar cambios antes de dar la traducción por finalizada.
El hecho de que tanto el traductor como el editor y el revisor realicen todos estos pasos le asegurará, como cliente, una traducción que esté a su nivel y que le de a su empresa un buen posicionamiento en cualquier parte del mundo.