El fútbol es una de esas palabras que muchos consideramos universalizada. No suele traducirse en muchos idiomas, aunque su pronunciación, por supuesto, varía en cada región y pierde ese rastro de elegante pronunciación británica.
Lo que a muchos suele resultarle raro es que, siendo una palabra de origen anglosajón, sea en Estados Unidos donde justamente decidan llamarlo de otra forma. Está claro que para ellos el «football» es lo que en América Latina se denomina «fútbol americano», un deporte que puede tener su «ball», pero bastante poco de «foot».
Para encontrar el origen hay que remontarse bien al pasado, cuando el deporte consistía en trasladar el balón hacía un objetivo, sin muchas reglas de por medio y mucho antes de la complejidad de la ley del off-side. Hubo un punto de quiebre que llevo al deporte a lo que es hoy: la prohibición del uso de las manos. En esa época debió haber causado gran controversia. Por lo tanto, para no extrañar la naturaleza del deporte, surgió el «Rugby football» (hoy en día, simplemente Rugby).
El Rugby Footbal amplió sus fronteras, cruzando el charco y llegando a Estados Unidos, donde un egresado de Yale llamado Walter Camp, quien hoy en día es conocido como «El padre del fútbol americano», decidió modificarle algunos atributos y agregarle otros dando origen a lo que hoy conocemos como «Fútbol Americano», o para ellos simplemente fútbol, para no confundir con el rugby.
¿De dónde sale Soccer? Era una forma de llamar al “Association Football” en Gran Bretaña, el término era demasiado largo para pronunciarse, por lo que se abreviaba a simplemente «Soc» o “Assoccer”, lo que luego derivó a simplemente «Soccer».
Por lo tanto, aunque nos sorprenda, la palabra soccer proviene del mismo lugar donde se formó el fútbol. La diferencia es que fue «football» fue el término que se hizo popular y «soccer» era la manera en que la elite (más que nada en Oxford) se refería al deporte. Ya para cuando llegó a Estados Unidos, ellos tenían su propio fútbol.