Mientras la población mundial sigue creciendo exponencialmente, también aumentan las epidemias de las diferentes enfermedades debido a factores tales como las altas concentraciones de gente en ciudades que facilitan la propagación de virus y bacterias entre individuos, la creciente resistencia de los gérmenes a los distintos medicamentos, la falta de acceso a agua potable, la deforestación que trae consigo la liberación de nuevos males, el hacinamiento excesivo del ganado en feed lots y en criaderos de animales de granja, etc.
La organización mundial de la salud está monitoreando constantemente diversas áreas para prevenir nuevos brotes de enfermedades como el cólera, la viruela, gripe porcina, dengue, entre muchas otras. En síntesis, cada vez es más fácil contagiarse, y hay que estar alerta para que nuestra preciada salud se mantenga a salvo.
Pero el impacto de la raza humana sobre el planeta no se limita solo a la salud pública, sino también a las miles de lenguas habladas a nivel mundial. Es que los idiomas también tienen sus formas de contaminarse, enfermarse, e incluso morir.
Entre las amenazas a la “salud” de los idiomas podemos distinguir a estos factores principales:
La globalización:
A medida que las distintas potencias mundiales imponen su dominio en las diferentes regiones del globo, también traen de la mano a sus respectivas lenguas. Desde las viejas épocas de las conquistas hasta los nuevos poderíos comerciales y culturales de la actualidad, incontables lenguas fueron profundamente influenciadas o reemplazadas totalmente por las de los “nuevos jefes”.
La tecnología:
El nuevo mundo digital arrasa con la ortografía y la gramática de cualquier idioma, la simple necesidad de escribir rápido ya sea por mail, chat, SMS o WhatsApp nos lleva al mal hábito de escribir con puras abreviaciones, emoticones, imágenes, etc. Se llega al punto en el cual las nuevas generaciones ya no recuerdan como se escriben bien las palabras y las reemplazan por sus formas cortas y otras variaciones causando así una mutación lingüística muy difícil de detener.
El ocaso de la lectura
Por más que sea cierto que todavía hay mucha gente que tiene como hábito leer para pasar el tiempo, la realidad es que cada vez es más el público que acude a las películas, las computadoras o los Smartphones para entretenerse en vez de ir a la librería y comprar un buen libro. La falta de lectura atenta directamente a la riqueza del vocabulario y a la buena ortografía que se logran leyendo. Y es fácil notar la creciente epidemia de errores ortográficos y términos mal usados producto de este déficit de libros en la vida de la gente.
El auge de las ciudades.
Existían los buenos viejos tiempos en los cuales pequeñas comunidades podían vivir de forma autónoma en distintos lugares remotos rodeados de naturaleza, donde sus costumbres, tradiciones y por su puesto sus lenguas nativas estaban a salvo y se transmitían de generación en generación. Pero el imparable avance de la urbanización y la destrucción de los ecosistemas no hacen otra cosa que obligar a muchas comunidades a integrarse a las grandes ciudades donde hay más oportunidades laborales y acceso a necesidades básicas. Muchos pueblos se ven forzados a adaptarse a los cambios, y así cientos de lenguas mueren anualmente.
En Trusted Translations nos esforzamos para usar la evolución humana a favor de la “salud” de los idiomas mediante una vasta red de lingüistas sumamente capacitados, usando las últimas tecnologías y procedimientos para asegurar la máxima calidad en nuestros trabajos de localización y extender la vida de las lenguas del mundo.