El inglés se caracteriza por la parataxis, es decir, el uso de conectores (coordinación) y la yuxtaposición (así como el asíndeton), es decir, omitir conjunciones para dar vigor al concepto. El español se caracteriza por la hipotaxis, es decir, el uso de proposiciones (subordinación).
La lítotes es expresar por el negativo, para dar objetividad y frialdad.
El inglés contemporáneo favorece la parataxis, con su uso de la yuxtaposición, y el asíndeton, con su uso de la elipsis, en detrimento de la hipotaxis.
El español tiende a construir su discurso dentro y fuera de la frase en un entramado hipotáctico más complejo y prefiere la subordinación a la coordinación.
La ausencia de unión gramatical explícita entre elementos oracionales es una característica cada vez más frecuente del inglés. La característica ausencia de enlace entre oraciones y entre sus componentes se ve facilitada por la función articuladora que en inglés desempeñan participios y gerundios.