Hasta ahora, hemos estado viendo distintas formas u opciones a la hora de determinar el coste total de una traducción, pero ahora me gustaría llamar la atención sobre el porqué de que algunas tarifas sean más costosas dependiendo no sólo del idioma en cuestión sino del país en el que se va a presentar dicho proyecto de traducción.
Es decir, a la traducción también le afecta la ley de la oferta y la demanda, no existe una tarifa única y absoluta para un par de idiomas determinados y esto tiene sus motivos.
Pongamos un ejemplo. El español se habla en más de 20 países, es una de las lenguas más habladas en el mundo y, por tanto, seguro que existe una cantidad importante de profesionales del idioma que ofrecen sus servicios, pero aún así hay que determinar algunas cuestiones. Si un cliente tiene la necesidad de traducir un proyecto al español, la pregunta inmediata de la agencia será: “pero, ¿a qué español?”. Es decir, las diferencias entre el español hablado en España, en Latinoamérica o entre los propios países latinoamericanos es evidente. Por tanto, dependiendo de la respuesta del cliente los precios dados por la agencia podrían variar considerablemente. Y el motivo de ello es sencillo: si el público al que va dirigido el documento es español, el coste va a ser bastante más elevado pues, como todos sabemos, el nivel de vida en Europa es bastante diferente del nivel de vida en Latinoamérica, lo que hace que las tarifas que manejan los traductores españoles sean bastante más elevadas que las que ofrecen los profesionales del otro continente.
U otro ejemplo al que también podríamos hacer alusión es el caso de países relativamente pequeños, como Noruega, cuya lengua oficial es el noruego, donde la oferta de traductores de este idioma es mucho menor si la comparamos con los países reseñados anteriormente y donde, además, el nivel de vida es bastante elevado y, por tanto, manejan igualmente tarifas costosas.
Además, algo que también se puede relacionar con los países pequeños, independientemente de su nivel de vida, es la cuestión de lenguas minoritarias, pues los traductores de dichos idiomas saben que no hay muchos profesionales cualificados para realizar su labor y pueden imponer costes elevados por su trabajo.
Por todo ello, a la hora de preguntarse el por qué de un precio u otro, habrá que tener en cuenta diversos factores relacionados tanto con el país en el que queremos presentar la traducción de un documento, pues dependiendo de la calidad de vida de dicho país así se corresponderán los precios que manejen los traductores, y la oferta real de traductores profesionales para determinados idiomas.