En Trusted Translations nos preguntamos con bastante frecuencia cómo se traduciría tal o cual término. Por lo general, la extensión de nuestros debates es directamente proporcional a lo novedoso de estos términos. Dicho de otro modo, suele haber más consenso cuanto menos actual es la expresión o categoría a traducir.
Son tan numerosas las miradas que proponemos desde esta página a temas relativos a la traducción, los idiomas, etc. que las posibilidades de nuevos abordajes no parecen exactamente multiplicarse. Tal es así que empezamos a analizar la posibilidad, aunque solo fuera en chiste, de tercerizar la redacción de estos artículos a cambio de dinero, sin renunciar a nuestra (falaz) autoría.
Es así como empezamos a hablar de un término que caracterizaría esta tarea de escritura en las sombras, que en inglés se denomina ghost-writer. Se trata de escritores que generan material para otros que solamente ponen su firma. El término no se aplica exclusivamente a la escritura, sino que está presente en diversas ramas de la industria cultural como la música por ejemplo. Surgido en los últimos años, este rol marca el origen de la fisura que resquebraja el halo meritocrático que caracterizó a internet en los últimos tiempos.
Y hablando de la crisis de la meritocracia en internet llegamos a un término bastante complicado de traducir: las click-farms. Se trata de emprendimientos mayormente radicados en países del sudeste asiático dedicados a enaltecer cualquier contenido alojado en la red. Una canción, esta entrada de este blog, una foto en una red social, cualquier cosa es pasible de ser elogiada, ponderada o celebrada con likes, shares o comentarios.
Entonces, ¿cómo habremos de denominar estos nuevos emprendimientos en español? Y, ¿quiénes son las personas que se manifiestan a favor de estos contenidos? Una breve investigación permite determinar que se trata de perfiles apócrifos comandados por empleados de estas click-farms quienes trabajan de aduladores seriales del contenido que fuera. Es así como se conformó un sinnúmero de emprendimientos que prestan estos servicios, en muchos casos de forma anexa a las redes en las que operan, que tienen la capacidad de convertir una foto, una canción, un mero estado o un texto intrascendentes en contenido de alta circulación. Se sabe que un contenido muy elogiado mediante los mecanismos previstos por la red que los aloja le confiere una mayor circulación entre las páginas de inicio (feeds) de los usuarios de dicha red.
Como dice en el primer párrafo, el término es muy nuevo aún como para que se hayan homologado equivalencias en otros idiomas. Personalmente descartaría cualquier opción literal y optaría por una perífrasis del estilo: usina de viralidad o generadores de mérito. Por este tipo de dilemas y muchos más, no dude en contactarse con Trusted Translations para que lo asesoremos de la mejor manera posible.