En 2011, Badoo publicó los resultados de una encuesta internacional en la que se pidió a 30.000 que mencionaran el país más divertido. Mientras que los estadounidenses fueron los primeros en la lista, los alemanes resultaron ser la nacionalidad menos divertida. La percepción de que los alemanes no tienen sentido del humor no es nueva. Es un estereotipo muy conocido (al menos en Europa) que los alemanes son puntuales, serios y eficientes; la antítesis de lo cómico. Pero, ¿esta característica es algo cultural e innato o más bien es una función del lenguaje?
De hecho, los alemanes tienen una historia de comedia muy rica, e incluso en la actualidad hay muchísimos clubes de comedia en Berlín. Entonces, ¿por qué otros países no ven el lado cómico de la cultura alemana? El problema parece ser el idioma en sí mismo. En un artículo de la BBC, un profesor de lingüística alemana explicó que la forma en que se estructura el idioma alemán afecta la producción y la percepción de los chistes. El humor suele valerse de la ambigüedad y los juegos de palabras para crear doble sentido, como un retruécano clásico. Sin embargo, en la gramática alemana el género y el caso deben concordar exactamente para producir el significado deseado, por lo que es mucho más difícil hacer juegos de palabras. Además, es uno de los pocos idiomas que usa palabras compuestas. Un ejemplo muy conocido es “Schadenfreude”, que significa disfrutar la desgracia de otro. Esta palabra no puede traducirse directamente a otro idioma, lo que implica que los chistes en alemán pierden parte de la gracia con el público extranjero.
Incluso Mark Twain escribió en 1880 un ensayo despreciativo cuyo título fue El horrible idioma alemán (The Awful German Language), donde escribió “cuando un alemán se sumerge en una oración, no lo veremos de nuevo hasta que emerja del otro lado con un verbo entre los dientes”. Al tener tres géneros diferentes para los sustantivos y cuatro casos diferentes, no es de extrañar que jugar con las palabras alemanas puede ser un desafío. Sin embargo, con un buen traductor y algo de creatividad, podemos traducir sus chistes sin arruinar el remate. Póngase en contacto con nuestros Ejecutivos de Cuentas si necesita localizar material en alemán.
Un poco de humor alemán…
Ein Bergsteiger beim Einkauf: “Ich benötige Unterhosen.” Der Verkäufer: “Lange?” Der Bergsteiger: “Ich will sie kaufen – und nicht mieten.”
Un monañista va de compras:
—Necesito calzoncillos.
—¿Largos?—responde el vendedor.
—Quiero comprarlos, no alquilarlos —dice el alpinista.
No es tan gracioso en español.