En entregas anteriores de nuestra colección de curiosidades lingüísticas, hablamos de palabras intraducibles del español y del francés. Esta vez, vamos a conocer más palabras de otros idiomas que no tienen un equivalente exacto en español.
A todos nos gusta ver cómo la luz del sol se cuela entre los árboles y se refleja en el suelo, pero parece que a los japoneses les gusta tanto que hasta tienen una palabra especial para referirse a esa imagen: komorebi.
El reflejo de la luna en la superficie del agua es otro regalo de la naturaleza que a todos nos gusta admirar. En turco y en sueco, esa imagen tiene un nombre: yakamoz y mångata, respectivamente. Yakamoz, además, se puede usar para referirse a cualquier tipo de luz que se refleje en el agua, no solo la de la luna.
Otro de los placeres de la vida es tomarse una cerveza con amigos, y si es al aire libre, debajo de un árbol, mucho mejor. Los noruegos tienen un invierno tan largo y oscuro que el hecho de poder tomarse una cerveza al aire libre es una ocasión especial, por eso, tienen una palabra para nombrarlo: utepils.
Hablando de amigos, ¿a quién no le pasó alguna vez que un amigo le contó tan mal un chiste que tuvo que reírse? En indonesio, para referirse a ese chiste, se usa la palabra jayus.
Y si tenemos amigos y cerveza, seguramente tenemos una buena comida. En italiano, existe la palabra abbiocco, que se usa para referirse a la somnolencia que se siente después de una comida pesada.
Otra palabra curiosa relacionada con la comida que no tiene equivalente en español es pisanzapra. En malayo, este término se usa para referirse al tiempo que se necesita para comer una banana.
Para terminar, una palabra que describe una sensación que seguramente muchos sentiremos (o hemos sentido) si viajamos a alguno de los países cuyos idiomas mencionamos: akihi. En hawaiano, este término se usa para referirse al despiste que se siente después de escuchar las instrucciones para llegar a un determinado lugar. ¿Quién no ha tomado el camino incorrecto incluso después de haber escuchado atentamente las indicaciones?
Como decimos siempre, cuando nos encontramos con palabras como estás en una traducción, el desafío reside en cómo incorporarlas al texto meta de la manera más natural posible. Un traductor profesional cuenta con las herramientas y la preparación que se necesitan para sortear este desafío y lograr un texto fluido.