Según el «Manual para la normalización nacional de los nombres geográficos» del Grupo de Expertos de las Naciones Unidas en nombres geográficos, hay cuatro procesos para la conversión de endónimos: (1) la transliteración, (2) la transcripción, (3) la traducción y (4) la exonimización. Mi entrada anterior fue exactamente acerca de este cuarto y último proceso. Bueno, al menos hemos explorado la terminología y descubierto lo complejo y ambiguo que puede ser este proceso realmente. En esta entrada del blog vamos a explorar el proceso de transliteración, que resulta ser el primer método de conversión de nombres a ser considerado por autoridades de nombres geográficos (por ejemplo, un departamento o comité nacional de nombres).
El concepto principal detrás de este método de conversión de nombres es una «transformación letra por letra», y es solo para ser utilizado entre sistemas de escritura diferentes (alfabético o silábico pero no logográfico) y no entre lenguas. Si se perdieron con las palabras «alfabético», «silábico» y «logográfico» como me sucedió a mí, aquí hay algunas breves definiciones de cada término según el diccionario de la Real Academia Española. Alfabético: perteneciente o relativo al alfabeto.; silábico: perteneciente o relativo a la sílaba; por último, la palabra «logográfico» está relacionada con los logogramas, que son caracteres, símbolos o signos utilizados para representar una palabra completa (por ejemplo, el signo «&»). Por ejemplo, el chino y el japonés son ejemplos de sistemas logográficos en los cuales un carácter representa un significado y no solo un sonido. Es por eso que estos sistemas de escritura no son apropiados para el proceso de transcripción, que se centra exclusivamente en los sonidos de los personajes.
Dicho de modo más sencillo, la transcripción requiere la sustitución de cada carácter en el sistema de escritura de origen por un carácter correspondiente del sistema de destino. Sin embargo, la transcripción no es tan simple como puede parecer ya que diferentes sistemas de escritura suelen estar representados por diferentes sonidos. Algunos caracteres individuales (y, en algunos casos combinaciones de caracteres) del sistema de escritura de origen pueden ser reemplazados por un carácter y, en algunos casos, una combinación de caracteres. A veces, la sustitución de caracteres no es suficiente para lograr una conversión apropiada y puede que necesitemos un signo diacrítico, que son marcas que se colocan encima, por debajo o en medio de una letra en algunos idiomas para sugerir que dicha letra debe ser pronunciada de una manera particular.
Debe tenerse en cuenta que el Manual de la ONU establece que el principal objetivo de la transliteración es una completa y aparente reversibilidad. Esto significa que una persona que lee el nombre de un lugar (topónimo) en un sistema de escritura de destino sería capaz de reconstruir su forma original en el de origen en función de su familiaridad con la propia escritura de origen.