La traducción automática, más conocida como “Machine Translation”, ha tenido un resurgimiento recientemente. Hoy en día existen numerosos avances en el campo de la traducción, entre ellos los distintos programas utilizados para traducir, que han venido a simplificar la vida de los traductores y agilizar los tiempos de entrega, con lo que se logra aumentar la productividad así como la calidad (consistencia, terminología, etc.). Debido a la reciente crisis económica, de la cual el mundo de la traducción tampoco pudo salvarse, la traducción automática está resurgiendo de forma acelerada. Lógicamente, esto se debe a las necesidades económicas de las empresas por bajar sus costos; pero, ¿realmente lo estarán haciendo? A lo que me refiero, es a que los costos realmente se pueden bajar, pero a la larga el resultado que se obtiene no es el mismo en cuanto a la calidad y la exactitud de lo que se quiere transmitir en un texto; es decir, tenemos que pensar y analizar muchos aspectos: ¿Realmente se estará transmitiendo lo que el texto original dice? ¿Será una máquina capaz de transmitir la forma de pensar y los distintos significados que pueden tener las palabras, de acuerdo con un determinado tema? Por eso es muy importante pensar detenidamente a la hora de decidirse por el tipo de traducción a contratar, y determinar cuál es el que mejor servirá a nuestras necesidades y lo que menos consecuencias nos pueda traer.