En la entrada anterior abordamos el tema de los cambios en las reglas lingüísticas desde un punto de vista general. En esta ocasión, quisiera examinar la forma en la que los nuevos medios de comunicación (sobre todo escrita) están cambiando la impronta de los signos de puntuación.
Si en un esquema de comunicación tradicional, un intercambio epistolar por ejemplo, entre la voluntad comunicativa y la consumación del hecho comunicacional se dan dos fenómenos concatenados que podríamos denominar la producción del mensaje y el envío del mismo, hechos en los que anteriormente estaban involucrados materiales y actores como el papel, la tinta, los sobres, el correo convencional, los carteros, etc., el esquema del nuevo paradigma de comunicación escrita no solo supone una gama totalmente diferente de materiales y actores, sino que además prevé una actitud distinta para con las reglas de puntuación.
Un estudio realizado por american.edu sobre los hábitos comunicacionales de los estudiantes universitarios encontró que solo el 39 por ciento de ellos usa el punto y seguido en mensajes de texto y el 45 de ellos lo usan en sistemas de chat. Los porcentajes son aún menores para el punto final, 29 por ciento para mensajes de texto y 35 por ciento para los sistemas de chat.
Hace poco le pregunté a mi sobrina de 16 años qué significaba para ella recibir un mensaje de texto que se ajustara perfectamente a las reglas de escritura, a lo que ella respondió que un mensaje «bien» escrito suponía que algo [malo] estaba sucediendo, dando a entender una relación directamente proporcional entre el apego a las reglas de escritura y la seriedad contenida en el mensaje.
El punto y seguido fue una de las primeras marcas de puntuación en pasar de la oralidad a la escritura como una manera de indicar una pausa. Sin embargo, las nuevas formas de comunicación escrita nos han llevado a usar la escritura más como el habla, en interacciones entre dos o más personas en tiempo real, y a codificar esa oralidad por escrito, adaptando las necesidades de los emisores y receptores a la realidad del medio usado.
En los medios de comunicación escrita como los mensajes de texto, los distintos sistemas de chat, etc., el punto y seguido ha sido en buena parte reemplazado por el cambio de línea mediante la función «enviar», la cual permite emular mejor el ritmo del habla en la escritura. La caída en desuso del punto y seguido en el contexto de los nuevos medios de comunicación escrita no hace sino seguir confirmando aquella frase de McLuhan que decía que «el medio es el mensaje».