Es época de fútbol, es el tema del momento. Todos hablan de sus respectivos equipos, los alientan, se agitan minuto a minuto con cada tiro al arco, a cualquiera de los dos. En algunos países en donde este deporte es más popular, se reúnen con sus familias, con sus amigos, o con los desconocidos de un bar a compartir “la pasión por el fútbol”, porque “el fútbol es un sentimiento popular”.
Y, en tanta pasión, a veces se desbordan las emociones, hay que “descargarse” y aparecen los insultos al equipo rival, que en casos lamentables y censurables pasan de lo verbal a lo físico y hay que lamentar heridos y hasta muertos. Muchas veces la publicidad promociona a estos eventos como un duelo de titanes, con un claro objetivo de desatar pasiones y generar una mayor audiencia y, claro está, en ningún caso este duelo debería ser real.
Frente a esta pasión y sus graves consecuencias, muchos de los dirigentes deportivos deben entender y, por ende, aprender distintos idiomas o necesitan un traductor avezado que detecte las expresiones utilizadas como insultos, ya que no existen “malas” palabras, sino términos utilizados en un sentido que no se encuentra en la mayoría de los diccionarios. El insulto y su sanción, por ende, no son el resultado del uso de “malas” palabras, sino el resultado de una ACTITUD incorrecta, agresiva y, en este contexto, no deportiva.
Aprovechemos la oportunidad que nos ofrece el mundial, entonces, para interactuar con gente de otras culturas y ampliar nuestro vocabulario con nuevos sentidos de palabras «buenas», ya que no existen las palabras «malas», sino un uso más coloquial o no aceptado, en algunos casos, en el ámbito académico. Y señalemos que muchas de estas expresiones coloquiales ya figuran hoy en los diccionarios generales o han sido compiladas en diccionarios especiales de expresiones coloquiales, tal es la necesidad mundial por derribar las barreras del idioma, en todos sus registros.
Versión en inglés: The Meanings of a Good Word