Sin duda alguna, los menús representan una excelente herramienta de presentación ante nuestros clientes. Por eso, si somos propietarios o estamos en análisis de embarcarnos en un restaurante, bar, café, etc. es de suma importancia considerar contar con nuestras cartas bien preparadas, claras, simples, y con el vocabulario correcto. Más hoy en día, en un mundo cada vez más globalizado, que somos visitados por miles de turistas, no solo por el público local. De allí también la necesidad de traducir nuestras cartas a distintos idiomas.
Ahora bien, esta tarea de traducción, de pasar un mensaje de un idioma a otro, no es tan fácil como se cree o parece. El menú representa mucho más que una simple lista de platos y precios. De hecho, la calidad no solo está enmarcada por el gusto y el resultado del plato, sino que engloba un todo que entra por los ojos, desde la mismísima lectura del menú. Así pues, el menú es, por el contrario, una valiosa herramienta de marketing y de venta de nuestros productos.
De esta manera, la traducción de una carta o menú no es tarea sencilla y debe confiarse a un traductor con experiencia y entendido en la materia. De lo contrario, se podrá caer en traducciones literales, con una redacción pobre y de poca comprensión para el comensal… hasta incluso exponernos al ridículo.
Por otro lado, los menús vienen cargados de un importante abordaje cultural, que en muchas ocasiones se torna muy difícil de expresar en otro idioma. Sin dudas, querer traducir un plato típico de un lugar muchas veces puede resultar imposible, por ello, se deberá analizar estratégicamente cómo comunicarlo a otro idioma. Otras veces, será imprescindible lograr una redacción acertada para poder explicarles a nuestros comensales cómo se preparan los platos, en qué consisten, cuáles son sus ingredientes, su origen, etc. Asimismo, se deberán tener en cuenta también los regionalismos propios de cada lugar, pues los alimentos y los platos no se nombran de la misma forma en todas partes del mundo, aunque se hable el mismo idioma.
Así pues, algo que parecía sencillo, se torna una tarea compleja de resolver. La estrategia reside en saber cómo lograr expresar nuestro mensaje, a quién queremos captar y recurrir a la persona correcta que sepa entender lo que queremos alcanzar. Sin dudas, el arte culinario conlleva un abanico cultural importantísimo, detalle que no puede dejarse de lado para perseguir el éxito de nuestro negocio.