En el mundo de la literatura, sobre todo la que data de hace muchos años, no es extraño encontrarse con que novelas importantísimas circularon durante largo tiempo en su versión censurada (por diferentes motivos). Así, dependiendo de la fecha de publicación del libro traducido, es posible que ese ejemplar que tenemos en casa deje afuera algunos párrafos (o incluso un poco más) escritos por el autor original. Veamos algunos ejemplos:
La novela Wuthering Heights, que en español se llamó Cumbres Borrascosas, es la única novela escrita por Emily Brontë. Fue publicada en 1847, bajo un seudónimo utilizado en un libro de poesía publicado años antes. El libro no fue bien acogido por la crítica del momento, que lo consideró salvaje y violento para haber sido escrito por una mujer. En 1850, dos años después de fallecida la autora, la novela se reeditó con un adjunto de una selección de poemas de Emily y una biografía escrita por Charlotte, su hermana. Lo que pocos saben es que esta segunda edición de la novela era en realidad una revisión de Charlotte, quien, aconsejada por sus editores, recortó fragmentos de la novela original para que se pudiera publicar en un solo volumen en lugar de los tres originales, es decir, por razones económicas y de espacio. Además, también revisó y cambió muchos signos de la puntuación original. Lo curioso del caso es que esta “segunda edición” fue la que circuló y se tradujo durante más de cien años, hasta que en 1963 se volvió a publicar la novela tal como la escribió Emily. De esta edición en lengua inglesa se realizó una traducción al castellano en 1978.
Otra gran novela clásica que sufrió un destino similar fue Sons and Lovers (Hijos y amantes) de D. H. Lawrence. El libro, autobiográfico, fue publicado originalmente en 1913, no sin antes pasar por una depuración realizada por el asesor literario de la editorial, Edward Garnett, que eliminó cerca de un diez por ciento del texto. El contenido era muy controvertido para la época: retrataba con una crudeza impresionante la violencia familiar, el alcoholismo, la iniciación sexual y la eutanasia. No fue hasta 1992, casi ochenta años después, que la edición de Cambridge University Press volvió a incluir los párrafos eliminados. Así, las traducciones que se realizaron antes de esa fecha no reflejaban todo lo escrito por el autor original.
A la hora de comprar un libro traducido, si se trata de un clásico relativamente antiguo, cabe hacer una breve investigación de las ediciones realizadas en el idioma original para poder comprar, más que nada guiándonos por las fechas, el que mejor retransmita las palabras de su autor. ¿Conocen alguna otra novela que haya sido censurada?