Hasta ahora, hemos pensado al lenguaje y las traducciones como:
– Un modo de disuasión del genocidio cultural
– Una forma de viaje en el tiempo
– Algo tal vez inventado por Dios (por culpa de los antiguos babilonios)
Y en general, el hecho de que en esta industria trabajamos con material que cambia gradualmente con el tiempo (a veces, en cuestión de semanas o días, si hablamos de cosas tan diferentes como bases terminológicas de clientes, o información perecedera como críticas de hoteles y restaurantes, productos ofrecidos en una plataforma de comercio electrónico, etc.), y así lo que una vez fue puede ya no ser igual. Creo que a esto llamamos futuro. Y el paraíso es exactamente igual adonde estás parado ahora mismo, solo que mucho, mucho mejor.
Claro que antes todo solía ser diferente, ¿verdad? ¡Algunos traductores solían ser quemados en la hoguera! Me pregunto qué pensarán al respecto algunos de mis compañeros de trabajo más frustrados. Ya no se hace (no literalmente al menos), pero no puedo dejar de pensar que todavía se le cruza a la gente por la mente. Supongo que esta es la razón por la que un texto atraviesa diferentes procesos después de la traducción, con la edición, revisión y QA. ¿Tal vez William Tyndale necesitaba un QA rápido justo antes de entregar su traducción de la Biblia? Como creo que Mark Twain o Hunter Thompson (o tal vez fue alguno de ustedes) dijo una vez: la diferencia entre la palabra adecuada y la casi correcta, es la misma que entre el rayo y la luciérnaga.
Más recientemente, hemos puesto la mirada en cómo el lenguaje está mutando, una mirada inspirada en Terrance McKenna sobre el lenguaje visible, con la presencia de tecnología y una posible tendencia nuestra hacia el mayor uso de abreviaturas y de comunicación instantánea – más rápido, más,ya mismo. Es un estudio interesante. Me refiero a que muchas personas en estos días se comunican sin palabras, no solosin hablar. Se comunican sin palabras: ese ya no tan nuevo hábito de interactuar con emoticones y gifs animados.
Entonces ¿dónde nos deja eso a nosotros traductores en el futuro? ¿Cómo reaccionarían ahora los traductores de décadas pasadas a este tipo de xenoglosia del lenguaje visual? ¿Afecta a la tarea del traductor? Lo más probable es que no, ya que aún nos falta ver un contrato legal con emojis. Aunque Terrance McKenna venga a teorizar que las reuniones con abogados por ejemplo (e incluso las naves espaciales, él dice) serán manejadas usando lenguaje puramente visible ya que para él es más inmediato, universal y directo. Una vez más,me cuesta imaginarme sellando un contrato escrito con pequeños símbolos.
Pero: ¡ajá! Solo es eso. Lo que estoy escribiendo ahora, lo que leerás más tarde y lo que más tarde se traducirá en al menos otro idioma, es también eso, una colección de símbolos. William Burroughs dijo que la palabra escrita era literalmente un virus que hizo que la palabra hablada fuera posible. Un jeroglífico egipcio puede ser un símbolo que se representa a sí mismo, pero en español o cualquiera de los idiomas modernos, la palabra «computadora» no tiene semejanza con una computadora real.
Por lo tanto, Burroughs dice que una palabra escrita es una imagen y que las palabras escritas son imágenes en movimiento. Así, cualquier secuencia jeroglífica nos da una definición de trabajo inmediata para las palabras habladas. Estas son unidades verbales que se refieren a esta secuencia pictórica. Y entonces, ¿qué es la palabra escrita?, se pregunta. Es un virus que nos hizo hablar.
Por lo tanto, a los que siguen leyendo les digo: la traducción es una mutación viral como la gripe. Se contagia (¿e incluso puede ser una epidemia?). ¿Y qué sería una secuencia de emojis entonces? Otro tipo de virus tal vez. Va más allá del lenguaje hablado. Incluso podría ir más allá de la traducción.