A veces como iniciativa de los productores discográficos, y otras como parte de la incursión artística de intérpretes y compositores, a mediados del siglo pasado la traducción ingresó al plano de lo musical y, a través de ella, se crearon canciones que, a veces, hasta han logrado más popularidad que sus versiones originales.
Probablemente la canción “My Way”, escrita por Paul Anka, sea, además de la más versionada de la historia, una de las más reconocidas en todo el mundo. Pocos saben que la melodía original fue compuesta, en realidad, por Claude François, con letra en francés, y Anka es solamente el autor de la letra en inglés, completamente diferente de la original. De cualquier manera, más tarde llegó la versión en italiano y también en español. La primera grabación de “A mi manera” fue grabada por Estela Raval en 1970. Su interpretación fue y sigue siendo reconocida en toda Latinoamérica. Fue esta misma cantante, junto con la agrupación “Los Cinco Latinos”, quien grabó una versión de “Only You” de The Platters en español, llamada “Solo tú”, que también resultó un éxito rotundo.
Las traducciones de canciones también se extendieron al rock. Los Teen tops, banda mexicana liderada por la estrella de la canción Enrique Guzmán, se atrevió a grabar adaptaciones en español de clásicos del rock que surgía durante los años 60 en los Estados Unidos. Los más reconocidos son el “Rock de la Cárcel” (“Jailhouse Rock” de Elvis Presley) y “La Plaga” (“Good Golly Miss Molly”, de Little Richard), aunque grabaron canciones de muchísimos artistas, entre los que se encuentran, por ejemplo, Jerry Lee Lewis, Conway Twitty, Neil Sedaka y Chuck Berry.
Cabe aclarar que no siempre se dieron traducciones del inglés al español, sino que a veces fue precisamente al revés. Los mismísimos Beatles grabaron, en 1962, una adaptación en inglés de la canción “Bésame mucho”, originalmente escrita por Consuelito Velázquez, una compositora mexicana. Curiosamente, Paul McCartney pronuncia, con fonética inglesa, las palabras que dan título a la canción. Es probable que, de haber sido traducidas también, no hubieran acompañado a la música.
Además de estos ejemplos, también hay casos en los que los mismos artistas deciden grabar sus canciones en varios idiomas. Tal es el caso de Charles Aznavour, que ha grabado la mayoría de sus canciones, originalmente escritas en francés, también en inglés, español, alemán e italiano. Así, podemos disfrutar de canciones como “She” y “Que C’est Triste Venice” en algunos de estos idiomas. Abba, la agrupación sueca, también grabó un disco completo en español. Aunque esta práctica ha caído en desuso, incluso bandas de rock más contemporáneo, como Bon Jovi, han versionado sus canciones en español para abrirse paso en otros mercados o complacer a sus fanáticos de habla hispana. Lo mismo sucede con la cantante Shakira y sus versiones en inglés.
Como podemos ver, la traducción —que a veces, de tan libre, pasa a ser una transcreación— se ha aplicado no solo al ámbito literario, sino también al musical, probablemente porque siempre es interesante para el público escuchar a sus artistas favoritos en su mismo idioma.
¿Qué otras canciones traducidas conocen?