En el mercado de la traducción es frecuente toparse con proyectos que presentan enormes diferencias interculturales, lo que obliga al traductor a encontrar alguna solución ingeniosa para resolver la cuestión. Por un lado, los traductores pueden tratar de “forzar” el mensaje del texto para entregar un resultado final que consideren apropiado, pero esto suele estar mal visto (por obvias razones de fidelidad). Por el otro lado, en algunas ocasiones los traductores tienen que “blanquear” estas diferencias interculturales con los clientes y preguntarles si están realmente seguros de que desean la traducción de ese texto en particular.
Tal es el caso de la traducción de algunos CV/currículos y cartas de recomendación. Estos documentos presentan enormes diferencias de un país a otro, especialmente cuando se comparan los Estados Unidos con los demás países. Tanto los clientes como los traductores tienen que ser cuidadosos con este tipo de proyectos respecto de la información en sí y de la manera en la que esta información se presenta.
Por ejemplo, es frecuente que los currículos redactados fuera de los Estados Unidos incluyan mucha información personal confidencial (por ejemplo: fecha de nacimiento, nacionalidad, número de documento de identidad, etc.), mientras que en los Estados Unidos esta información generalmente se omite. De hecho, en Estados Unidos es más común un currículo breve y los clientes deberían tener presente esto cuando solicitan la traducción de este tipo de documentos para buscar empleo en los Estados Unidos.
Las cartas de recomendación pueden representar otro foco de problemas, ya que, en este caso, las traducciones literales suelen ser desastrosas para la persona a la que, supuestamente, se pretende elogiar. Los ejemplos de cartas de recomendación traducidas del chino al inglés muestran disparidades culturales graves: lo que parece ser un elogio en la cultura china podría transmitirse de modo incorrecto al inglés. Los puntos de atención y la selección de la terminología pueden producir el efecto exactamente opuesto al que se pretendía y, en consecuencia, en algunas ocasiones es preferible que el cliente lleve a traducir nuevas cartas de recomendación, no tan problemáticas en este aspecto, a fin de mejorar las posibilidades de obtener un futuro empleo.