El proceso de traducción inversa o “Back Translation” se refiere a la traducción de un documento que ya haya sido traducido en primera instancia a otro idioma y se lo vuelve a traducir a su idioma original.
En la mayoría de los casos, un documento se vuelve a traducir a un mismo idioma, una vez que hay haya sido traducido, con el objetivo de verificar el nivel de coincidencia de la traducción. Además, de esta manera se pueden detectar errores de significado y omisiones.
Al hacer uso de este proceso, se trata de reconstruir las ideas del documento original de la forma más fiel posible.
En general, las ideas y los conceptos son fielmente traducidos pero no coinciden las palabras. Al realizarse la traducción inversa, las palabras son reemplazadas por sinónimos y rara vez coinciden con el texto original.
La idea detrás de la traducción inversa es asegurarse de que el texto traducido esté lo más acertado, preciso y certero posible al original. Especialmente en campos de estudios tales como la medicina, el marketing, la biología y cualquier otra ciencia exacta donde el significado de ciertas palabras debe ser traducido de la forma más fiel posible.
Muchas empresas y organizaciones internacionales escogen utilizar este método antes de publicar ensayos o textos. Estas organizaciones prefieren realizar este paso ante un “proofreading” ya que, así, se aseguran de que el mensaje enviado sea el correcto.
En realidad no existe ninguna instrucción ni requisito especial para realizar una traducción inversa. Simplemente se debe traducir el texto como se traduciría cualquier otra. Una vez finalizada, esta traducción será comparada con el texto original. Seguramente existan diferencias entre un texto y otro pero, tal como mencionamos anteriormente, lo más importante es que se transmita la misma idea.