Ya vimos en artículos anteriores que la posedición o post-editing es el proceso humano de revisar un texto traducido por una máquina para darle sentido gramatical y semántico a un texto determinado.
Pero, ¿se puede utilizar este sistema en todos los casos?
Como poder utilizarse, se puede utilizar, pero no resulta rentable ni eficaz desde un punto de vista de la optimización del tiempo en determinados tipos de textos.
No es casualidad que la traducción siga siendo una tarea realizada por humanos; en la mayoría de los casos, con la ayuda de herramientas de traducción asistida, pero que suponen eso, solo una ayuda.
Probablemente, si estamos ante un texto repetitivo y que contenga frases cortas y sencillas, este tipo de sistema se pueda utilizar de una manera rentable y que garantice un resultado de calidad, ya que para las máquinas es más sencillo interpretar este tipo de oraciones.
Un ejemplo evidente donde se podría utilizar sin problemas la posedición es en la traducción de manuales o instrucciones para usuarios, donde la mayoría de las oraciones son frases cortas, imperativas, que indican a la persona qué debe hacer de una manera muy sencilla.
Ahora bien, no podremos utilizar este sistema si queremos traducir un texto de marketing o publicidad donde las metáforas, el juego de palabras o los dobles sentidos están a la orden del día.
Si estamos ante circulares internas de una empresa quizás no importe tanto que la redacción sea cuidada y que el estilo sea impecable, si la intención del texto es simplemente informar de algo y este objetivo se consigue.
Si por el contrario, se trata de una publicación publicitaria o literaria o, incluso, turística, donde es importante cuidar el estilo resulta mucho menos adecuado utilizar este tipo de sistema, pues el poseditor va a tener que realizar prácticamente una cuasitraducción.
Otra cuestión que hay que tener en cuenta y que es importante en nuestra labor diaria es todo lo relacionado con la ortotipografía; la machine no puede decidir qué debe quedar en mayúscula o en cursiva, si el documento original tenía este tipo de marcadores lo va a reflejar en la traducción pero no necesariamente en el orden correcto ni, por supuesto, tiene criterio para decidir qué debe quedar o no en mayúsculas más allá de lo que se refleje en el original.
Por tanto, teniendo esto en cuenta será vital antes de realizar un proyecto con posedición hacer una prueba general y aleatoria de distintas partes del texto, evaluar el resultado que nos da la máquina y analizar hasta qué punto va a resultar verdaderamente rentable utilizar este sistema o si es mejor que lo haga un traductor de carne y hueso.