Existen muchas marcas de productos que se imponen tan fuertemente en el mercado que terminan por apoderarse del nombre del producto. Es un fenómeno muy interesante, como también lo es saber qué se hace a la hora de su traducción.
En español tenemos algunos ejemplos muy claros en los que los productos toman el nombre de la marca: cinta Scotch en lugar de cinta adhesiva, Savora en vez de mostaza, Cotonetes en vez de hisopos, Rimmel por máscara de pestañas, Maicena en vez de harina de maíz, Curitas en vez de tira adhesiva sanitaria, Gillette por hoja para afeitar, Liquid Paper en vez de líquido corrector, entre otros ejemplos.
¿Por qué sucede esto? Los motivos son diversos; a veces la marca es tan imponente que trasciende al producto en sí, o a veces su publicidad es tan buena que todos recuerdan la marca por sobre el producto, y otras veces sucede que una marca es la que se apoderó del mercado de ese producto.
A la hora de traducir estás palabras hay que tener sumo cuidado y prestar atención a los usos culturales del idioma destino. A veces, para estar seguro, es conveniente traducir el producto y dejar de lado su marca, ya que de esta forma nos aseguramos de que la audiencia entienda de qué se trata.
Por otro lado, se puede investigar cuáles son los productos en el idioma destino que también se nombran por su marca. En inglés, por ejemplo, las Curitas se llaman por su marca “Band-Aid”, a los pañuelos descartables se los llaman por su marca “Kleenex”, a los pañales “Pampers”, a las hojas de papel autoadhesivas “Post-its”, a los famosos “Cotonetes” se los llama “Q-tips”, a los patines con ruedas en línea “Rollerblades”, etc.
Es muy interesante saber cuáles son aquellas marcas que se apoderaron del nombre de sus productos en las diferentes culturas y a la vez es muy importante tenerlo en cuenta a la hora de su localización.