Según el Principio de Pollyana, formulado en los años ’70 por dos psicólogos sociales, las personas tendemos a utilizar con mayor frecuencia palabras positivas que negativas. Además, solemos recordar con mayor nitidez y describir más exhaustivamente los recuerdos de tinte positivo que aquellos que no lo son.
Basados en este principio, investigadores de la Universidad de Vermont, en EE. UU., intentaron dilucidar cuál sería la lengua en el que este hecho se producía con mayor frecuencia. ¿El resultado? El idioma más feliz del mundo es… el español, seguida de cerca por el portugués. El menos positivo resultó ser el chino.
Para esto, fueron buscadas las 100.000 palabras más utilizadas en Twitter, subtítulos de películas, periódicos y canciones de los 10 idiomas más hablados del mundo. Luego, los investigadores buscaron que 50 nativos de cada idioma ubicaran cada palabra en una escala según la emoción que les provocara. Más allá de los resultados del ranking, el principio de Pollyana se comprobó para todos los idiomas: utilizamos más palabras positivas que negativas, no importa el idioma que hablemos. En el caso del español, por ejemplo, se usa una palabra negativa por cada nueve positivas. En el chino, el idioma menos optimista si se quiere, la proporción sigue favoreciendo a las palabras positivas en una proporción de 70/30.
Este equipo de la Universidad de Vermont comenzó esta tarea a pedido de la compañía Twitter, cuya intención es poder medir con la mayor exactitud posible la positividad o negatividad de cada tuit emitido en la red social. Los investigadores ya habían logrado resultados en el idioma inglés, y esperan muy pronto poder aplicar este «medidor de la felicidad» al resto de los idiomas.