Buscando algo en Internet, encontré un punto muy interesante que hace referencia a un tema que, a mi parecer, tiene gran importancia hoy en día.
“Si no puedo leer, no compro”. Esto es algo que muchas veces escuchamos decir a las personas cuando tratan de realizar compras por Internet.
Muchas compañías dudan y discuten sobre si tiene sentido para ellos globalizar sus páginas web, sus sitios comerciales en línea o hasta sus centros de llamadas (más conocidos como “call centers”). Con esto nos referimos a si vale la pena o no traducir estos sitios web y brindar información en otros idiomas sobre sus empresas y productos.
Se tiene la idea generalizada de que el comprador se siente cómodo con el inglés, sobre todo si ingresa a sitios especializados en tecnología o productos determinados o especializados.
Sin embargo, se han realizado investigaciones desde hace varios años, las cuales indican todo lo contrario: existe una gran cantidad de personas que desean comprar en su propio idioma y que muchas veces no lo hacen por lo mismo. Esto limita tanto a quienes desean comprar como a las empresas que ofrecen sus productos y servicios.
Por lo tanto, creo que en la actualidad es imperativo que toda empresa que desee llegar a más clientes potenciales piense en publicar sus sitios web, la información de sus productos y servicios, ayuda al consumidor, etc., en distintos idiomas.