Cuando un cliente nos pide la traducción de un documento, de varios o de muchos documentos, dos de sus prioridades son la calidad y la rapidez en la entrega. Para poder cumplir con ambas, necesitamos que se cumplan ciertas condiciones. Por ejemplo, deberíamos contar con una buena herramienta de traducción asistida, tener ciertos conocimientos sobre el tema que se traducirá y, en lo posible, tener material de referencia provisto por el cliente, entre otras.
En esta publicación, me quiero concentrar en el material de referencia, más especificamente, en las bases terminológicas. Gracias a una base terminológica, se puede mejorar la consistencia de una traducción al 100%. Supongamos que tenemos un proyecto de 50.000 palabras en el ámbito de la medicina, el cual debemos entregar en una semana. En dicho proyecto, van a estar involucrados tres traductores y tres editores (es decir, seis personas). Una base terminológica permitirá unificar términos entre tantas personas, por lo que «medical condition» no será traducido como «enfermedad», «afección», «problema de salud» y «condición médica» (en el peor de los casos), si no que se respetará el término ingresado en la base (supongamos que es «afección»). «Prescription drugs» no será traducido de tres menras diferentes («medicamentos recetados», «medicamentos con receta» y «medicamentos bajo receta médica»), si no que tendrá una sola traducción (la ingresada en la base, por supuesto). Y así sucede con muchísimos términos que tienen dos o más traducciones posibles.
Teniendo en cuenta esto, los clientes deberían proporcionar glosarios, en caso de que tengan, para que el traductor pueda realizar un trabajo con la mejor consistencia y calidad posibles. De más está aclarar que ¡todo es en beneficio del cliente!
Versión en inglés: The Importance of Termbases and Glossaries