Mientras que la pandemia de COVID-19 no durará para siempre, es probable que los efectos sociales y económicos del virus se harán sentir por muchos años después de que todo termine. Por eso, se entiende que ciertas industrias tendrán mayores dificultades para recuperarse mientras que ciertas otras verán sus negocios crecer durante y después de la pandemia.
La industria de los servicios lingüísticos ha sufrido un golpe importante por esta razón. De hecho, según algunas investigaciones, estos servicios han visto una baja de un 55 % desde agosto de 2020.
La “nueva normalidad” para al menos la mitad de todos los profesionales de la comunicación y de las lenguas significa pasar por un periodo difícil de adaptación mientras se mudan de una modalidad de trabajo presencial a una modalidad remota de trabajo.
Si bien el uso de la tecnología no es algo nuevo para este tipo de profesionales, el cambio produjo dificultades en la adopción de nuevas herramientas digitales y de nuevos hábitos laborales, los que se suman a una rutina que de por sí ya era demandante. Sin embargo, parece que con el tiempo vendrán más puestos específicos en traducción e interpretación para aquellos que pudieron actualizarse y cumplir con estos nuevos requisitos.
Servicios de traducción y de interpretación en tiempos de pandemia
Si bien la necesidad de servicios de traducción e interpretación se ha reducido este último año, todavía existe la necesidad de una asistencia presencial de parte de algunos de estos expertos. En lugares como hospitales, donde los pacientes pueden tener dificultades para comunicarse con los médicos, o en el caso de la lengua de señas, estos expertos suelen recibir más ofertas de trabajo de las que pueden aceptar.
Hay otras industrias que han experimentado una creciente demanda por los servicios lingüísticos a raíz de la COVID-19, por ejemplo:
- la sanidad;
- la informática;
- los servicios públicos;
- los servicios de información y noticias.
Puede decirse que la COVID-19 ha dado a los servicios de comunicación y lingüísticos la oportunidad de fortalecerse y evolucionar en ciertas áreas, como la interpretación en clínicas de salud (presencial o remota) y la traducción de comunicados públicos y de información relacionada con investigaciones de urgencia. En estos casos, los prestadores de servicios lingüísticos deberían ser su primera opción, ya que contarán con lingüistas entrenados que pueden trabajar con requisitos más especializados.
A medida que las personas regresan a sus trabajos y las cosas lentamente vuelven a la normalidad, es probable que la industria de servicios lingüísticos vea un porcentaje más alto de profesionales que vuelven a trabajar en una modalidad presencial con nuevas herramientas y con habilidades mejoradas, mucho de lo cual se ha puesto a prueba durante la pandemia.