Entre los grandes tesoros de la lengua española se cuentan las frases hechas, esos dichos que por su forma humilde quizá no llegan a alcanzar la categoría de refranes (ni, claro, de proverbios), pero que enriquecen notablemente el habla de las distintas comunidades. En el caso de España, que cuenta con más de 45 millones de hablantes de español, se puede encontrar todo tipo de expresiones coloquiales. Algunas de ellas tienen equivalentes en otras lenguas, otras, por el contrario, apenas resultan comprensibles para los hablantes nativos de español que no conocen la península ibérica y sus territorios insulares.
Veamos el uso de algunas expresiones y frases curiosas:
– La cabra siempre tira al monte: frase que se utiliza tanto para justificar la nostalgia que las personas sienten por su terruño como para explicar la tendencia de cada uno de insistir en conductas instintivas o aprendidas en la infancia. Alguien podría decir, por ejemplo, «Pensé que había cambiado, pero la cabra siempre tira al monte…».
– Manga por hombro: se usa para indicar una situación desordenada, como si a un traje el sastre le cosiera las mangas al revés. Podríamos decir, por caso, «Esta habitación está manga por hombro, aquí no hay quién encuentre nada».
– Como agua de mayo: esta expresión de origen rural pierde sentido en los países del hemisferio sur, puesto que las lluvias de mayo favorecen especialmente a las cosechas del norte. Diríamos que unas vacaciones inesperadas nos vienen como agua de mayo.
– Ser flor de un día: vivir un esplendor muy breve, como una flor que se marchita al poco tiempo de abrirse. «Parecía que iba a triunfar y al final fue flor de un día…».
– Estar hecho un Cristo: no se refiere a una condición virtuosa, sino más bien al mal estado físico y de aseo en el que Jesús de Nazaret habría llegado al Gólgota. Sería común escuchar algo así: «Tras la prórroga del partido, más de un jugador acabó hecho un Cristo». En esta línea, existen en España muchas frases hechas relacionadas con la religión, pero, desgraciadamente, la mayoría de ellas resultan demasiado ofensivas como para ser incluidas en esta entrada.
Imagino que muchas de estas expresiones, tan habituales en España, tendrán sus equivalentes en el español de otras regiones, e incluso en otros idiomas. Los invito a utilizar el espacio de los comentarios para comparar estas frases con las de otras latitudes.