Ya nos deleitamos con los primeros partidos de esta competencia internacional de fútbol. Algunos equipos regresaron a sus casas. Otros seguirán tratando de dejar lo mejor de sí en pos de la tan anhelada copa mundial.
Y en estos partidos en donde quedan los mejores, la tensión sube y se cometen faltas. En algunos casos, los dos equipos comparten el mismo idioma o algunos jugadores pueden entenderse en una lengua en común como es el inglés o el español. Incluso el árbitro, muchas veces, habla otra lengua, distinta de la de ambos equipos.
Entonces, me pregunto: así como en casos excepcionales entran médicos al campo de juego para asistir a los jugadores, ¿no resulta imprescindible que haya intérpretes a disposición de los jugadores para esas tarjetas amarillas tan cuestionadas como inentendibles para los jugadores?
Claro está, la interpretación sería breve, solo del motivo de la sanción, sin dilaciones innecesarias ni debates improductivos y al solo efecto de evitar tanta gesticulación, dada la limitación de la comunicación por señas cuando existe la barrera del idioma.
En mi opinión, sería necesario y justo que el jugador sancionado por la falta entienda en su idioma, claramente, el motivo de la sanción, que no le queden dudas a fin de evitar que la falta se repita.
Les dejo la propuesta. Estimo que es económicamente viable.
Versión en inglés: Interpreters on the Sidelines at the World Cup