Sabido es que, en lo que respecta a la traducción, hay idiomas que suelen ser más comunes que otros. Por cuestiones geográficas, de demanda, de alcance del idioma, entre otros factores, hay idiomas que no presentan dificultad alguna a la hora de conseguir recursos: traductores de español-inglés, español-francés, español-italiano, inglés- español, inglés-francés, portugués-inglés, inglés-portugues, etc (y la lista continúa, podríamos estar horas enumerando variantes y variantes de esos pares de idiomas) abundan, y no representan un desafío a la hora de asignar una traducción.
Sin embargo, algunos idiomas sí presentan desafíos. Y no estamos hablando de idiomas poco comunes (dialectos regionales de tribus africanas o de tribus indígenas latinoamericanas, algunos idiomas del sudeste asiático; por lo general, esos son idiomas con pocos recursos en el mundo). Estamos hablando de idiomas que son bastante comunes, de países desarrollados, pero que por algún u otro motivo los recursos de esos idiomas son difíciles de conseguir.
Uno de esos idiomas, por ejemplo, es el noruego (en especial, traductores con pares de idioma inglés-noruego, francés-noruego y español-noruego, entre los más importantes). Entre los especialistas de la industria de la traducción, se considera al noruego como uno de los idiomas más caros del mundo. Normalmente, los traductores independientes y las agencias suelen exigir tarifas desorbitantes a la hora de realizar una traducción (tarifas que, en algunos casos, exceden la media).
¿Por qué un traductor noruego es un traductor «caro» ? Principalmente, porque Noruega es un país caro.
Noruega es uno de los mejores países del mundo en lo que respecta a su economía nacional: es quizás el país con la mayor renta por capital del mundo. Es un país con un nivel elevado de impuestos, que se debe a la falta de mano de obra y su escasa población y un inmenso territorio casi vacío que hay que mantener. Por solo mencionar algunos aspectos, se trata de uno de los países que aplica impuestos más altos para el alcohol: por ejemplo, una botella de vino puede costar entre 12€ y 150€. Además, de acuerdo con la prestigiosa revista británica The Economist, según el índice Big Mac (un índice normalmente utilizado por economistas de todo el mundo para comparar el poder adquisitivo de distintos países donde se vende la hamburguesa Big Mac de McDonald’s) del año 2010 , Noruega fue el país donde más caro costaba la hamburguesa Big Mac.
Mencionamos solo algunos aspectos de este país nórdico para tener una idea de por qué es tan caro vivir en Noruega, y por qué un traductor noruego es tan exigente en cuanto a sus tarifas.
Para combatir este problema, quizá la mejor solución consista en buscar recursos noruegos que vivan en otros países: por ejemplo, países de la India, o de Asia, o mismo otros países de Europa un tanto más económicos. Quizá estos recursos puedan aceptar tarifas más accesibles para las empresas que necesitan traducir textos al noruego y no tienen el mismo poder adquisitivo de los habitantes de este país.