Si bien la celebración más simbólica del mes de febrero es el Día de San Valentín, esta no es la única fecha para festejar. El pasado 21 de febrero se celebró en todo el mundo el Día Internacional de la Lengua Materna. Pero ¿cuál es su importancia?
La UNESCO proclamó este día en noviembre de 1999 con el objetivo de promover la unidad en la diversidad y el entendimiento internacional, a través del multiculturalismo y el plurilingüismo. El objetivo de la organización es abogar por la educación de los niños en sus lenguas maternas desde la primera infancia, ya que esto contribuye a la creación de bases para el aprendizaje. La fecha homenajea a un grupo de estudiantes del actual Bangladesh que en ese día de 1952 fueron asesinados por la policía por estar protestando por el el reconocimiento de su lengua, Bangla, como una de las dos lenguas oficiales del entonces Pakistán.
Dados los procesos actuales de globalización, la gran mayoría de las lenguas están en un peligro real de desaparición. La desaparición de una lengua implica una derrota para la diversidad cultural: implica la pérdida de modos de pensar, tradiciones y memorias colectivas únicas.
UNESCO calcula que más de la mitad de los cerca de 7.000 idiomas hablados en el mundo desaparecerán durante las próximas generaciones. El 96% de estas lenguas son habladas por menos del 4% de la población mundial. Solo unos cientos de lenguas tienen un lugar preponderante en los sistemas públicos de educación, y menos de 100 son utilizadas en el mundo digital.
El caso del continente americano es uno de los más preocupantes. Cuenta con 1060 lenguas, de las cuales el 64% está en peligro de extinción. La mayoría de ellas son lenguas indígenas, cuyos hablantes se incorporarán a una lengua dominante si no se toman las medidas adecuadas.