Cuando somos niños y empezamos el colegio, nos enseñan a escribir. Como traductora, me resulta interesante investigar acerca de dónde provienen las letras y las formas de escritura. Haciendo un poco de investigación, encontré que el alfabeto (o abecedario) que nosotros usamos hoy en día, el latino (que se utiliza tanto en Inglés como en español, por ejemplo) se desarrolló a partir del alfabeto griego, que proviene del fenicio, que proviene a su vez de la lengua copta egipcia (una forma cursiva de los jeroglíficos).
Incluso antes de que los antiguos egipcios usaran el papiro para escribir sus jeroglíficos en sus pergaminos hace miles de años, los sumerios ya escribían en una especie de papel inventado por ellos mismos.
Creo que es imposible determinar quién inventó la escritura puntualmente ya que este es un arte que ha evolucionado con el tiempo. Incluso se han encontrado marcas en cuevas primitivas prehistóricas que eran utilizadas para contar.
La historia de los instrumentos de escritura mediante los cuales los seres humanos han grabado y transmitido pensamientos y sentimientos durante siglos y siglos constituye un escalón fundamental dentro de la historia de la civilización misma. Gracias a estos métodos de comunicación como los dibujos, signos y palabras que han grabado nuestros antecesores, podemos saber más acerca de nuestra historia.
Uno de los primeros inventos del hombre de las cavernas fue el instrumento de caza para el que utilizó una piedra afilada a mano. Esta piedra, además de representar un arma para matar, fue adoptada como el primer instrumento de escritura. El hombre de las cavernas encontró la forma de diseñar imágenes y dibujos con esta herramienta en las paredes de su cueva. Las pinturas rupestres representan acontecimientos de la vida diaria, tales como la siembra de cultivos o victorias de caza.
Los primeros medios de escritura que se acercan más al bolígrafo y el papel, tal cual los conocemos hoy en día, fueron desarrollados por los griegos, quienes emplearon un lápiz de escribir hecho de metal, hueso o marfil, para colocar marcas en una especie de tabla encerada. Los primeros ejemplos de escritura a mano se originaron en Grecia. La escritura fue avanzando más allá de las imágenes sobre piedra o el acuñamiento en arcilla húmeda. Los chinos inventaron y perfeccionaron la ‘tinta china’, una mezcla de hollín del humo de pino y aceite de lámpara. Esta tinta, que fue inventada por el filósofo chino Tien-Lcheu (2.697 a.C.), se convirtió en un instrumento de uso común en el año 1.200 a.C. Luego, otras culturas orientales desarrollaron tintas que utilizan los tintes naturales y colores derivados de bayas, plantas y minerales. En los primeros escritos, las tintas de diferentes colores tenían un significado ritual asociado a cada color.
En cuanto a las letras del alfabeto que usamos actualmente, sus comienzos fueron en el Antiguo Egipto, alrededor de mil años después de haber comenzado la historia de la escritura. El primer alfabeto formal surgió en el año 2.000 a. C. y su objetivo principal era representar el lenguaje de los trabajadores semitas. La mayoría de los alfabetos del mundo moderno, como el griego y el latino descienden de esta raíz. Se cree que en el año 2.700 a. C. los antiguos egipcios ya habían inventado unos 22 jeroglíficos para representar las consonantes de su lenguaje y otro símbolo que representaría lo que hoy en día conocemos como vocales.