Siempre me han intrigado los nombres verdaderos y complejos de las flores. ¿Alguien sabía que el girasol se llama en realidad Helianthus o que Lanicera caprifolium significa madreselva? Apuesto a que la mayoría de ustedes no lo sabía, y por eso, cuando se trata de traducciones literarias es muy importante que los lingüistas estén familiarizados con estos términos y también con los nombres comunes que la mayoría de la gente usa a diario. Gracias al arduo trabajo de Linnaeus en Uppsala, Suecia, la mayoría de los nombres de flores tienen raíces latinas o griegas y tienen traducciones a muchos otros idiomas. La siguiente es una publicación sobre estos seres vivos coloridos y exóticos de la naturaleza.
La flor conocida comúnmente como “gipso” es nativa de Europa y consiste en pequeños y delicados ramilletes de flores. El nombre original de la flor en latín es Gypsophila, que deriva de: gypsos (yeso) y philos (amoroso).
La Bambusoideae es la planta más popular de China, la comida gourmet de los osos panda y la de más rápido crecimiento en el mundo: el bambú. En español su traducción es “bambú” y en alemán, Bambus.
En los viejos tiempos, cuando alguien se contagiaba la rabia, la gente acudía a una planta en particular, que se creía que curaba la enfermedad. En griego era conocida como Alysson mientras que en inglés se la conoce como Alyssum, al igual que en latín.
Los términos Asphodelus en latín y Asphodelos en griego no suenan tan parecidos al inglés, debido a una «d» que precede al resto de la palabra: daffodil. La palabra “narciso” también se utiliza con frecuencia para describir esta flor blanca o amarilla.
La flor conocida como “margarita” se llama en realidad Bellis perennis. El término “daisy” en ingles viene del nombre de la flor en inglés antiguo dægeseage, que significa “ojo del día”. Aparentemente, también se lo conocía en el pasado como bruisewort.
Así que si alguna vez necesita hablar sobre una flor en otro idioma, use “dalia” o “gardenia”, que son términos que se utilizan en varios idiomas.