Hace unas semanas jugué un videojuego cuyos protagonistas hablaban en un idioma que yo no conocía. Después de investigar un poco, descubrí que se trataba de un idioma ficticio (y por eso, no estaba doblado ni subtitulado). Más allá de los desafíos del juego, lo que me llamó la atención fue la facilidad con la que se entendía la historia, los sentimientos de los personajes y lo que había que hacer a pesar de no comprender la lengua. Y eso me llevó a hacerme la pregunta que da título a esta entrada.
Por supuesto que, si vamos al médico o firmamos un contrato, necesitamos hablar la misma lengua o contar con un intérprete para poder comunicarnos. Sin embargo, muchas veces decidimos no usar palabras aunque hablemos el mismo idioma que nuestro interlocutor. Por ejemplo, podemos mantener toda una conversación valiéndonos solo de emojis, GIF o fotos. Generalmente, lo hacemos como un juego, para divertirnos con amigos, pero el hecho es que nos entendemos igual. Siguiendo en la línea de la tecnología, pensemos en todos los videos que circulan por las redes y nos hacen reír o llorar aun sin entender lo que están diciendo.
Lo mismo sucede con la música. No es necesario entender la letra de la canción para saber si es triste o alegre: el ritmo, los acordes, el tono y la intensidad de la voz nos permiten disfrutarla (¡u odiarla!). Conozco varias personas que escuchan una y otra vez la misma canción sin saber de qué se trata. Y también está el caso de los niños, que aun conociendo el idioma no logran entender bien la letra o el sentido de la canción, pero igual les gusta y la disfrutan. ¿Y las películas mudas? Nadie habla, pero el escenario, los carteles, la música, los gestos y los ademanes nos ayudan a entender perfectamente lo que pasa.
El lenguaje no es solo oral o escrito, hay todo un lenguaje corporal, emocional y gráfico que nos ayuda a comunicarnos (incluso si hablamos el mismo idioma). Como profesionales de la lengua, debemos tener siempre en cuenta que, cuando la gente se comunica, usa más que palabras, y eso que no son palabras también forma parte del mensaje. Si somos intérpretes o traductores audiovisuales, por ejemplo, todo el contexto que rodea a las palabras juega un papel muy importante para lograr una traducción mucho más precisa.
Y para responder a la pregunta que da título a esta entrada, creo que podemos decir que no, no siempre es necesario hablar el mismo idioma para poder entendernos. Y con esto no quiero decir que aprender idiomas no sea necesario, solo demostrar que no son la única forma de comunicación. ¿Se les ocurren otras formas de comunicarnos u otras situaciones en las que no necesitemos hablar con palabras?