En el intento de lograr que su marca y su filosofía sean reconocidas mundialmente y en todas las lenguas necesarias, las empresas invierten muchísimo tiempo y dinero. Las agencias de traducción están acostumbradas a recibir solicitudes de empresas de marketing y publicidad que buscan traducir y localizar sus eslóganes con el fin de llegar a un público más amplio en todo el mundo. Por lo tanto, si este esfuerzo se hace a nivel comercial, ¿no tendría sentido hacer el mismo tipo de inversión cuando se trata del propio cuerpo?
Las empresas pueden destruir el valor de su marca si no logran transmitir el significado de su mensaje como parte de su estrategia de localización. De cualquier modo, a pesar de las pérdidas que pudieran llegar a tener, tendrían la oportunidad de repararlo. Ustedes, sin embargo, podrían dejar una marca indeleble que tal vez deban llevar por siempre, ya que no es posible volver el tiempo atrás, y si bien existen soluciones, no son libres de riesgo.
En otras palabras, es bastante embarazoso tener el eslogan de una empresa mal traducido, así que cuando se trata del propio cuerpo y una frase que uno tendrá en la piel para toda la vida (a diferencia de un eslogan que se puede retraducir y reimprimir), ¿por qué algunas personas simplemente no hacen el esfuerzo de corroborar?
Al pensar en nuevas áreas para traductores y empresas de traducción, no muchas personas recurren a la industria del tatuaje como una fuente de trabajo. Esta puede ser una de las zonas menos exploradas por los traductores y empresas de traducción por igual.
Un montón de sitios web muestran ejemplos de tatuajes mal traducidos. La mayoría de los ejemplos provienen de idiomas de origen como el hebreo, sánscrito, chino y latín al inglés. Algunos otros ejemplos se encuentran desde ruso, portugués y español a inglés. No todo el mundo tiene un amigo en los países donde se hablan esos idiomas: alguien que pueda ayudar a corregir de cualquier frase mal escrita o mala traducción que puedan haber sido producidas por la traducción automática. Por lo tanto, si quieren estar seguros de que la naturaleza de esa frase significativa que desean grabar permanentemente en su cuerpo es exacta, háganse un favor y pidan un presupuesto a un profesional y súmenlo al de su tatuaje.
Internet está lleno de imágenes e historias de personas que han tenido que gastar el doble en un tatuaje, ya que han tenido que cubrir una frase mal traducida. Por lo tanto, invertir en una traducción, edición o corrección profesional no es una mala idea. Un ejemplo sencillo (tanto trágico como divertido) incluye una frase que terminó diciendo: «It swims by chance» (Él nada por casualidad), cuando la cita original era «Nada acontece por acaso» (Nada sucede por casualidad). Al igual que en el español, la palabra portuguesa «nada» es un homónimo de la conjugación de tercera persona de «nadar», y eso es lo que produjo la traducción automática. Este es solo uno de los muchos ejemplos que podemos encontrar por ahí. Si no quieren terminar con un error permanente estampado en su piel, asegúrense de que un profesional de la traducción revise su diseño.