Cada vez son más los habitantes de Estados Unidos que hablan español; de hecho, es la segunda lengua más hablada del país. Como consecuencia, existe una gran variedad de documentos oficiales redactados en español. Tanto los organismos públicos como las empresas privadas traducen muchos de sus documentos; en algunas ocasiones, para que los empleados o los usuarios comprendan mejor las normas; en otras, para que los clientes conozcan sus productos y se interesen en ellos.
Como sabemos, el español no es igual en todos lados. Una prenda de vestir, una fruta o un medio de transporte pueden tener distintos nombres en México, en Colombia, en Chile o en Perú. Los hispanoparlantes que llegan a Estados Unidos son de diversas nacionalidades y, por lo tanto, hablan distintas variedades de español. Eso, sumado al contacto continuo que tienen con el idioma inglés, dio origen a una nueva variedad de español.
Así como la definición de argentinismo es ‘palabra o uso propios del español hablado en la Argentina’, o la de colombianismo, ‘palabra o uso propios del español hablado en Colombia’, en la última edición de su Diccionario, la Real Academia Española agregó el término estadounidismo, que define como ‘palabra o uso propio del español hablado en los Estados Unidos de América’. Podemos decir, entonces, que esta nueva variedad está “oficialmente” aceptada.
Los estadounidismos no son calcos ni malas traducciones, sino nuevas acepciones para las palabras del español. Estos son algunos ejemplos:
- aplicar: ‘solicitar, presentar una solicitud’
- beneficios: ‘prestaciones sociales’
- carpeta: ‘alfombra’
- departamento: ‘Ministerio’
- elegible: ‘ser beneficiario’
- hispanounidense: ‘latino o persona de ascendencia hispana que reside en Estados Unidos’
- parada: ‘desfile’
No debemos confundir estadounidismo con espanglish. En una nota con la BBC, Leticia Molinero, miembro numerario de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, explica que los estadounidismos “son palabras muy comunes en el español que aquí [en Estados Unidos] adquieren otro significado”. El espanglish, en cambio, es una ‘modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos en la que se mezclan elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés’.
El español llegó a los estados Unidos para quedarse, y la aceptación de esta nueva variedad no hace más que confirmarlo. La próxima vez que tengamos que traducir un texto destinado a hispanounidenses, recordemos que existen los estadounidismos.