Como hemos estado demostrando en los distintos artículos escritos sobre cada uno de los países de habla hispana en América, el centro del continente no es una excepción y América Central se enorgullece también por su variado español.
Insistimos en que todos los hispanohablantes pueden entenderse entre sí, pero sí cabe destacar que cada nación, incluso cada región puede tener características propias. Justamente eso es lo que enriquece a cualquier idioma.
Si bien los países de América Central son geográficamente mucho más pequeños que los de América del Norte o del Sur y se encuentran más próximos entre sí, existen muchas causas que hacen que un idioma pueda diferenciarse notablemente de otro país vecino: los pueblos indígenas, las corrientes migratorias, las políticas económicas, la idiosincrasia…
El español en América Central es tan diverso como las culturas de sus naciones: Panamá, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, entre otras. Nuestra intención en este artículo es enfocarnos en Costa Rica.
El español es el idioma oficial, y a pesar de ser un país tan pequeño, su territorio se divide en siete provincias, que, a su vez, se organizan en ochenta y un cantones. Este no es un dato menor, para destacar que esta nación es muy rica en cuanto a la variedad de su español: la cantidad de modismos, junto con la castellanización de palabras extranjeras y el acento costarricense han moldeado un español muy distintivo.
La población de Costa Rica en unos pocos años alcanzará los 5 millones de habitantes, y si bien su lengua materna es el español, otros idiomas son de uso frecuente: inglés, francés, alemán italiano. Por tal motivo, la televisión pública y privada se transmiten en español e inglés. También algunos ejemplares de medios gráficos se escriben en ambos idiomas.
Independientemente de las fronteras geográficas del país, se pueden distinguir tres culturas de acuerdo a la forma de ser de los costarricenses: la propia del Valle Central, típica de campesinos agricultores; la de la pampa guanacasteca y la afrocaribeña de la provincia de Limón. Su origen es una fusión, donde hay aportes de la raza indígena (aunque en menor proporción que en otros países centroamericanos), de los colonizadores españoles y aportes afrocaribeños.
Algunas expresiones propias podrían ser:
¡Pura Vida!: es una expresión que se utiliza como saludo, incluso como gracias.
tuanis: para decir «bien» o simplemente para demostrar entusiasmo o admiración;
mae: para referirse a amigos o a cualquier persona en general.
¡qué guava!: quiere decir ¡qué suerte!
ahí los vidrios: es una manera de decir «ahí los veo»
amarrar el perro: es no pagar una deuda
freno de mano: generalmente se le llama a la pareja de alguien
la señora de los frescos: para referirse a la lluvia
un blanco: es un cigarro
Algunas expresiones o frases se pueden deducir según el contexto; otras, en cambio, pueden ser muy confusas. Aquí entonces, se presenta el desafío para el traductor. Buscar la literalidad incluso puede conducir a una interpretación totalmente errónea, como puede ser en la frase “vino sin su freno de mano”. Cómo traduciríamos la señora de los frescos? ¿Cuál sería la metáfora equivalente en cada uno de los españoles que estamos visitando?
Como hemos visto, el español en Costa Rica es increíblemente rico, y no se puede simplificar su lengua a un «español» a secas. Es interesante viajar a cada una de las distintas naciones y dejarnos sorprender con su cultura.
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