Una de las principales dudas de los traductores inglés-español es decidir cómo elegir entre las opciones del uso de mayúsculas que hay en español según el regionalismo específico que usamos. Un ejemplo de ello es el español de Estados Unidos, donde se prefiere seguir las reglas del uso de mayúsculas del inglés según las cuales se escribe con mayúscula cada palabra de un título. Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), en español se debe usar sólo la primera letra de la primera palabra con mayúscula en los encabezados, títulos secundarios, etc. Mientras que en inglés se puede encontrar un título como el de esta publicación escrito “Capital Mistakes”, la versión en español sería “Errores mayúsculos”. Según la RAE, solo la primera palabra del título de cualquier obra, como libros, películas, pinturas, esculturas, composiciones musicales, etc., debe ser escrita en mayúscula, a menos que las otras sean nombres propios.
Se podría decir que el español de Estados Unidos no proviene de la colonización española en la parte sur de los Estados Unidos, sino que en su mayoría proviene de la masiva migración de la población hispanohablante en los EE.UU.
Esto último refleja en sí mismo un regionalismo un tanto extraño de la lengua: la combinación de regionalismos en su mayoría de México y América Central (que deben seguir las reglas de la RAE). Entonces, ¿por qué no seguir plenamente las normas de la RAE en todas las cuestiones gramaticales? Por otra parte, muchas personas hoy en día se preguntan qué poder tiene una población tan grande (en millones incluso mayor que la de España) para influir en el curso del progreso experimentado por cualquier “lengua viva” moderna.
El español de los Estados Unidos, como se le conoce, contiene una mezcla de reglas gramaticales de español e inglés, así como formatos. Tendemos a seguir el formato de inglés para fechas (mes/día/año), separamos los miles con una coma y los decimales con un punto, ponemos puntos finales y comas antes de las comillas, etc. En cuanto a las reglas gramaticales estrictas, respetamos el formato español, con una pequeña excepción: el uso de las mayúsculas.
Una diferencia en cuanto a la capitalización en español de Estados Unidos se ve cuando escribimos los nombres de los meses. En inglés, la primera letra se escribe con mayúscula (January), mientras que en español de los EE.UU. se escribe con minúscula (enero), a no ser que se encuentre al principio de una oración. Lo mismo ocurre con las nacionalidades e idiomas. Así, el español de los Estados Unidos ni siquiera tiene una norma definida sobre este punto, por ejemplo, se usan mayúsculas en títulos y encabezados, pero no en meses o nacionalidades. El debate puede centrarse en por qué, si permitimos que los formatos de la fecha y la puntuación del inglés no se modifiquen en el español de los Estados Unidos, entonces ¿cuál es el criterio con las mayúsculas?
Bueno, no sabemos, pero en lo que la mayoría de los traductores tienden a estar de acuerdo es que da un aspecto extraño a los títulos y los hace poco atractivos para el lector. Un escritor en inglés podría argumentar que la relevancia de esto es menor (sobre todo cuando se habla de contenido de marketing). Seguir las reglas de la RAE estrictamente proviene de los puristas, que en términos de uso de mayúsculas, incluso si traducimos al español de Estados Unidos, abogan tenemos que (más debe) seguir las reglas españolas, especialmente cuando se refiere a los meses, días de la semana, estaciones, etc .. En español, estos sustantivos se escriben en minúscula, sólo se escriben con mayúscula cuando se refieren a fechas históricas, festividades o nombres propios; por ejemplo: “Primero de Mayo” y “Viernes Santo”; de lo contrario, se escribe “viernes” y “mayo”.
Algunas personas también defienden a la RAE con la afirmación de que hay ciertas reglas que ayudan a evitar un uso excesivo de las mayúsculas. Por ejemplo, si la relevancia es nuestro objetivo, las publicaciones deben insertarse con mayúscula sólo para la primera palabra, pero con el nombre completo en letra cursiva.
La conclusión es que no estamos aquí para afirmar que la capitalización en español de Estados Unidos está mal, pero muchos coinciden en que no es tan agradable a la vista, y se aceptan ambos formatos. Esta publicación no pretende ser una clase magistral de gramática española ni se entiende como un ejemplo de purismo en términos del uso de la lengua española; su objetivo es simplemente revisar algunos aspectos que tienden a generar debates y confusión entre los traductores. Por lo tanto, si usted tiene algún tipo de dudas con respecto a estos temas, sólo tiene que ir a los sitios de la RAE o a Fundéu BBVA para aclararlas.