Este año, la prometedora película Minions hizo su desembarco en los cines de varios países. El film de la productora Illumination Entertainment es un rotundo éxito de taquilla, y la parafernalia no tardó en llegar: los Minions han copado las casas de comidas rápidas, las jugueterías, las tiendas de ropa e incluso los útiles escolares.
La popularidad de estos simpáticos personajes prevalece en especial entre los más pequeños; tal es así que muchos han comenzado hasta a imitar su forma de hablar. En este punto, muchos padres comenzaron a prestar más atención, puesto que la aparente media lengua que utilizan estas criaturas animadas amenaza con perjudicar el desarrollo lingüístico de muchos niños. En relación con esta inquietud, surge un interrogante: ¿los Minions hablan en un idioma en particular o simplemente han deformado los diferentes idiomas a los que se los ha doblado?
Parece ser que uno de los directores de la película, llamado Pierre Coffin, se propuso inventar un idioma artificial que aportara una cuota de histrionismo a la película. Los Minions causan gracia más que nada por la forma en que están animados, ya que prácticamente nada de lo que dicen es comprensible. El creador del “minionés” ha explicado, en diversas entrevistas, que primero escribe las líneas en inglés y, luego, las traduce al idioma inventado, que se vale de palabras de diversos idiomas muy hablados en todo el mundo, como el español, el italiano, el francés, el japonés y el coreano. A pedido de otros de los creadores de la película, se vio obligado a incluir ciertas palabras en inglés para que la trama cobrara sentido y se entendieran los puntos más importantes.
Al conocer este dato, cabe preguntarse qué sucede al realizar los doblajes a todos los idiomas que han servido de inspiración. Pues bien, el creativo explica que, al adaptar la película para otros mercados, con frecuencia ha tenido que modificar ciertas palabras que resultaban ofensivas en sus respectivas culturas. Es interesante el hecho de que no son traductores profesionales los que se encargan de los diálogos en “minionés” al traducir el guión, sino el propio creador. Sucede que el idioma es tan inexorable que solo su autor puede encomendarse a esta tarea. Por supuesto, las palabras esenciales, que en el original estaban en inglés, son traducidas para que el público pueda lograr el mismo nivel de entendimiento que la audiencia original.
En línea, ya pueden encontrarse varios glosarios español-minionés. ¿Ustedes se animan a tratar de aprender esta nueva lengua que causa sensaciones?