En un mundial, millones de ojos se posan sobre los árbitros ya que muchas decisiones subjetivas afectarán el futuro de muchas de las delegaciones presentes en Brasil; por lo tanto, la FIFA requiere de ellos una preparación particular para estar a la altura de las circunstancias. Una de las más relevantes se basa en la comunicación de sus decisiones a jugadores y cuerpo técnico cuando es necesario. Ya pasaron aquellos días en que los gestos indicando si era falta, saque de arco o penal eran suficientes.
Los idiomas oficiales de la FIFA son el inglés, el español, el francés y el alemán. Pero el inglés es el idioma oficial de actas, correspondencia y comunicados. Con respecto a los arbitrajes, una nota en su página oficial deja algo bien en claro: “El reglamento es el idioma oficial de los árbitros”. En pocas palabras, lo que el árbitro marque con su gesto es su único y particular idioma, la palabra suprema adentro de la cancha. De buscar alguna explicación sobre algún hecho en particular, al finalizar el partido escriben un informe con todo lo pertinente. Por lo general, esa es la palabra final; y la FIFA se atiene a lo que el árbitro diga (aunque hay rarezas, como el reciente caso de Luis Suarez). Las decisiones y los comunicados de la FIFA se escriben en los cuatro idiomas oficiales. Si existe alguna divergencia en los textos, el texto inglés hará fe.
Pero la comunicación del árbitro dentro de la cancha no deja de ser relevante. De por sí, los árbitros deben dominar el inglés. Y con respecto a este aspecto, el actual mundial comenzó con el pie izquierdo. Vedran Corluka, integrante del desfavorecido equipo Croata en la jornada inaugural, salió a declarar “Nos impactó que el árbitro nos hablara en japonés», alegando que “era muy difícil comunicarse con él».
Por otro lado, el uso del inglés dentro de la cancha permite que se genere aquella esencia tan particular de este deporte. En la última fecha la televisión dio a conocer un divertido diálogo en inglés entre un arquero nigeriano y un árbitro italiano. El africano le pedía que no cobre tantos tiros libres porque “siempre le quiere pegar Messi y es muy bueno”, a lo que el árbitro le respondió “pero tu también eres muy bueno; si no lo fueras, no estarías acá”. Esta simpática anécdota muestra la intimidad de esta tan desconocida relación entre árbitros y jugadores.
Por lo tanto, si bien un árbitro debe poder comunicarse con los jugadores, los jugadores deben también saber el idioma del árbitro; en otras palabras, el idioma FIFA.