Cuando una lengua muere, perdemos una cultura. Perdemos un sentido de identidad y de pertenencia. Imagínate que la lengua que tú hablas se está extinguiendo lentamente. ¿Qué harías? ¿Cómo reaccionarías?
Esto es lo que muchos pueblos originarios de Canadá y de otras partes del mundo están experimentando en este preciso momento. El Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá está trabajando para enfrentar este problema antes de que conduzca a la pérdida de culturas.
El Proyecto Tecnológico para las Lenguas Indígenas
Como parte de su Proyecto Tecnológico para las Lengua Indígenas, el Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (NRC) está colaborando con expertos en lenguas indígenas, instructores y comunidades para revitalizar las lenguas indígenas que están en peligro de extinción. Para lograr esto, el NRC emplea tecnologías con base en el habla y con base en la lengua escrita.
Por ejemplo, hace poco, el NRC lanzó WordWeaver. Esta tecnología busca crear herramientas en línea de conjugación de verbos para las lenguas iroquesas. Conjugación de verbos se refiere a las inflexiones de persona, tiempo, número y modo de los verbos. El propósito de WordWeaver es construir conjugadores de verbos para varias lenguas en peligro de extinción, como el kahnawà:ke y el ohswé:ken.
Las iniciativas del NRC también se enfocan en crear software de texto predictivo para la lengua senćoŧen, la lengua del pueblo originario Saanich, para fomentar el aprendizaje de las lenguas indígenas por parte de los jóvenes y el uso de estas en la vida cotidiana.
La importancia de reconocer y rescatar las lenguas en peligro de extinción
Vivimos en un mundo diverso en el que los humanos hablan miles de lenguas distintas. Por eso, cuando la humanidad pierde una lengua, nosotros también perdemos diversidad en muchos aspectos de la vida, como las tradiciones orales, la música, el arte y la literatura. La desaparición de las lenguas está ocurriendo ante nuestros ojos. De hecho, esto ya ha ocurrido.
Considera los pueblos originarios de Estados Unidos y de Canadá, por ejemplo. Han sufrido humillaciones y discriminación por aferrarse a sus lenguas y a sus culturas. Algunos gobiernos incluso instituyeron sistemas que requerían el aprendizaje del inglés y prohibían el uso de lenguas indígenas.
Como resultado, de las aproximadamente 154 lenguas indígenas que existen todavía en Estados Unidos, la mitad de ellas solo son habladas por un puñado de ancianos, y, de las más de 70 lenguas indígenas habladas en Canadá, más de dos tercios están en peligro de extinción. Y los niños no están aprendiendo estas lenguas, lo que quiere decir que muchas corren el peligro de extinguirse.
Según el Atlas UNESCO de las lenguas del mundo en peligro, entre 1930 y 2010, 230 lenguas han desaparecido. Y si no hacemos nada para revitalizar las lenguas en peligro de extinción, este número no hará más que crecer.
Muchos pueblos originarios del continente americano están experimentando una pérdida de la identidad. Para preservarla, deben aferrarse a sus lenguas. Muchos pueblos originarios buscan revitalizar sus lenguas en peligro de extinción, pero no tienen los fondos, la capacitación o el soporte técnico para producir hablantes competentes. Es por eso que las iniciativas del NRC son tan importantes.
¿Qué son las lenguas de larga estela y por qué son importantes?
En 2004, Chris Anderson, un escritor y editor angloamericano acuñó el término larga estela en relación al comercio y las estadísticas.
La idea detrás de la larga estela, o larga cola, era que los comercios obtuvieran beneficios vendiendo pequeñas cantidades de productos poco comunes a muchos clientes. La definición de larga estela luego se expandió a la traducción y a la localización. En resumen, las lenguas de larga estela son aquellas que se traducen menos frecuentemente que otras lenguas más ampliamente habladas.
Una lengua de larga estela, o larga cola, puede referirse a cualquier lengua que es localizada con menor frecuencia, y este, muchas veces, es el caso de las lenguas indígenas de América del Norte.Por ejemplo, el blackfoot, una lengua indígena norteamericana con casi 3000 hablantes, es considerada una lengua de larga estela. Es importante, sin embargo, tener en cuenta que una lengua no se clasifica como lengua de larga estela por la cantidad de personas que la hablan. Si así lo fuera, el bengalí, por ejemplo, no sería una lengua de larga estela. A pesar de ser la séptima lengua más hablada a nivel mundial, todavía no está en la lista de las lenguas más utilizadas en localización y traducción.
¿Pero por qué estas lenguas no reciben un trato igualitario en lo que respecta la localización y la traducción? Porque las compañías comerciales no las consideran tan importantes, económicamente, como a otros mercados lingüísticos clave.
Sin embargo, las cosas están cambiando.
Desde un punto de vista comercial, muchas marcas apuestan por el mercado de las lenguas de larga cola. Desde una perspectiva de justicia social, la traducción y la localización en lenguas de larga estela han logrado grandes avances en empoderar grupos subrepresentados.
Debemos hacer un mayor esfuerzo par revitalizar las lenguas en peligro de extinción y llevar la atención sobre los dialectos ignorados. Hacer eso traerá más diversidad y riqueza cultural al mundo. Debemos seguir el ejemplo de organizaciones tales como el NRC para empoderar lenguas en peligro de extinción.
Foto de Magic K en Pexels